Investigaciones recientes sugieren que la formación y recuperación de la memoria tienen circuitos o caminos ligeramente diferentes en el cerebro (Roy y col., 2017). “Hay circuitos diferencia-les para la recuperación y formación de la memoria” (Humphres, 2016). Las investigaciones también sugieren que la recuperación (por ejemplo, la recuperación de información de la memoria) debe practicarse explícitamente, y la práctica de la recuperación difiere de las prácticas de codificación (por ejemplo, la entrada de información en la memoria). La recuperación de recuerdos puede ayudar a prevenir el deterioro natural de las memorias no utilizadas que se produce y protegerlas de las interferencias (por ejemplo, el nuevo aprendizaje puede interferir con el aprendizaje anterior y controlar las rutas hacia la MLP) y el deterioro (por ejemplo, las memorias se deterioran con el tiempo si no se utilizan).

En educación, en general, se incide en las prácticas de codificación y almacenamiento, como la lectura de un texto, la escucha de una conferencia o la visualización de un vídeo. A menudo no se dedica suficiente tiempo a recuperar, aplicar y perfeccionar lo aprendido (por ejemplo, realizar exámenes, enseñar a los compañeros, escribir ensayos, crear mapas mentales a partir de la memoria, etc.). Incluso si estamos prestando atención, ensayando, reproduciendo y almacenan-do en la MLP, puede que no tengamos la MLP disponible ya que no hemos establecido las rutas de recuperación. Nuestras rutas de recuperación pueden ser inaccesibles a menos que practiquemos el acceso a ellas. La investigación también proporciona razones adicionales para practicar la recuperación, ya que la recuperación puede ser una “vía rápida” para consolidar la memoria practicada en la MLP (Antony y col., 2017). Además, la práctica de la recuperación, a pesar del esfuerzo, puede refrescar los recursos de atención para el aprendizaje posterior (Pastötter y Bäuml, 2014). Este beneficio en el aprendizaje posterior se conoce como el efecto de prueba hacia adelante – “el efecto de prueba hacia adelante se refiere a la conclusión de que la práctica de recuperación de la información estudiada previamente mejora el aprendizaje y la retención de otra información estudiada posteriormente” (Pastötter y Frings, 2019).

Referencias

    • Roy, D.S., Kitamura, T., Okuyama, T., Ogawa, S.K., Sun, C., Obata, Y., Yoshiki, A. y Tonegawa, S., 2017. Distinct neural circuits for the formation and retrieval of episodic memories. Cell, 170(5), pp.1000-1012.
    • Pastötter, B., y Frings, C. (2019). The forward testing effect is reliable and independent of learners’ working memory capacity. Journal of cognition, 2(1).
    • Antony, J. W., Ferreira, C. S., Norman, K. A., y Wimber, M. (2017). Retrieval as a fast route to memory consolidation. Trends in cognitive sciences, 21(8), 573-576.
    • Pastötter, B., y Bäuml, K. H. T. (2014). Retrieval practice enhances new learning: the forward effect of testing. Frontiers in Psychology, 5, 286.
    • Humphries, Courtney. (2016, Oct. 14). Susumu Tonegawa studies how memories are stored and how they can be manipulated. MIT Technology Review. Retrieved from https://www.technologyreview.com/s/602558/tracing-a-memory/

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Conceptos de la Ciencia del Aprendizaje para Docentes (proyecto Illuminated) Copyright © 2020 por Marc Beardsley se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional, excepto cuando se especifiquen otros términos.

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