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La presente investigación académica es el resultado de todo un proceso no sólo de estudios, sino también de experiencia por parte de la postulante, quien obtuvo en el año 2002 el título de licenciatura en Relaciones Internacionales, por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, carrera que despertaría en ella grandes inquietudes teóricas en cuestiones políticas, mismas que con el tiempo logró satisfacer al incursionar en la Filosofía, área de la cual es pasante tanto del nivel de licenciatura como del de maestría en Filosofía Política.

El trillado mote de la Filosofía como madre de todas las ciencias, no ha dejado de ser cierto por más que esté severamente desgastado, sin embargo, tampoco parece ser suficiente para describir la importancia que tiene y el papel que debe jugar la disciplina, no sólo como fuente originaria del conocimiento científico, sino como fuente constante de la que se nutran otras ciencias para enriquecerse.

La importancia de la filosofía en ese sentido, por lo general no es tomada en cuenta y es así que en las ciencias políticas y sociales, las visiones predominantes se limitan a dos principales direcciones de pensamiento: liberalismo y socialismo, a pesar de que han existido no pocos pensadores y filósofos que tienen diferentes enfoques, a partir de los cuales es posible la construcción de propuestas alternativas en cuestiones políticas a nivel nacional e internacional.

Tal es el caso de Hannah Arendt, pensadora alemana cuyas ideas son de carácter universal y que si bien hereda mucho de loa corriente filosófica occidental, lo hace desde una visión muy particular y que arroja elementos teóricos que si bien en muchos casos retoman elementos de la antigüedad, pueden ser piedra angular para un nuevo comienzo en lo que a política se refiere.

El concepto arendtiano de espacio público, es precisamente uno de estos conceptos sumamente enriquecedores a partir del cual repensar lo político desde Hannah Arendt, y es por eso que se ha elegido como tema central de la presente investigación, a lo largo de la cual trataremos de dilucidar el impacto que puede tener al retomarlo para comprender los fenómenos políticos y sociales tal y como se presentan hoy en día.

Antes que nada es necesario señalar que si bien cada investigación debe cumplir con requisitos rigurosos que la inscriban en la disciplina a que corresponda, también es justo que se enriquezca del propio bagaje y experiencia de quien la suscribe, por lo que es un rasgo distintivo de ésta tesis, el análisis fenomenológico del contexto internacional, sin que por ello se trate de una tesis de Relaciones Internacionales, en tanto que el elemento central no es el contexto mundial sino el concepto de espacio público.

Pensemos por ejemplo en la obra de Machiavelo: “El Príncipe”, misma que es considerada una obra fundamental tanto de Filosofía como de Teoría Política, y que se nutre constantemente con ejemplos fenomenológicos, sin que por ello nadie la pueda considerar una obra de Ciencia Política, porque lo que se rescata de la misma son conceptos, ideas y teorías, antes que proyectos o elementos pragmáticos.

La misma Hannah Arendt rechazó en un cierto momento de su vida ser considerada filósofa y quiso pensarse a sí misma como teórica política. Sin embargo, dada la índole de su obra, no puede no ser considerada como filósofa.

Resulta confuso tratar de discernir cuál es la diferencia entre una filósofa de lo político y una teórica política, por ello, en el primer capítulo, el objetivo es el de establecer una postura clara sobre la diferencia entre Filosofía Política, Teoría Política y Ciencia Política, a fin de que no obstante el análisis fenomenológico que haremos en el tercer capítulo, no se pierda de vista el por qué son tanto el trabajo de Arendt como la presente investigación, estudios de Filosofía Política, independientemente de si más adelante pudiera servir de punto de partida para proyectos en aquellas otras disciplinas, como cualquier otro estudio filosófico.

El segundo capítulo, al que denominamos “El pensamiento político de Hannah Arendt”, versa sobre la postura de la filósofa frente al análisis de lo político. Con tal fin, retomando dos de sus categorías fundamentales (sensus communis y la brecha kafkiana), explicaremos desde donde y en qué modo se acerca al estudio del fenómeno político, para luego hacer un breve recorrido por los elementos que conforman el espacio público en Arendt y el resto de sus principales categorías e ideas al respecto. Por supuesto que hemos de echar mano de algunas de sus principales obras y de sus más representativos intérpretes. Este ejercicio nos permitirá comprender no sólo los conceptos reales que han conformado lo político en las principales etapas históricas que la alemana aborda (la polis griega, la res publica romana y la independencia americana), sino además comprender cómo en base a dichos fenómenos, define sus propias categorías en torno a la política, el poder, las leyes, la acción y por supuesto, el espacio público en el que convergen todas esas categorías.

En el tercer capítulo, al que denominamos “Contexto internacional y espacio público arendtiano”, vamos a hacer un análisis del contexto global en el que vivimos y explicar cómo las categorías de la filósofa alemana pueden insertarse en el mismo para repensar lo político y ayudarnos a lograr una mejor organización que nos lleve a aprovechar todos los elementos que conforman el contexto actual (en gran parte determinados por los avances científico-tecnológicos), para acercarnos a una civilización verdaderamente democrática y un espacio público desde el cual se fomenten la acción, el acuerdo, la armonía y la justicia en los niveles político, económico, jurídico y social.

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