Al igual que en otros muchos centros escolares la biblioteca de la ikastola se encuentra en una situación de relativo abandono, lejos de los parámetros que según las directrices internacionales y las principales investigaciones teóricas corresponden al modelo de biblioteca escolar en la actualidad.
La intención inicial de mantener como mínimo una biblioteca correctamente organizada se abandonó por falta de recursos, y por no considerarlo prioritario para el proyecto educativo que desarrolla el centro.
El equipo directivo, plenamente consciente de esta situación de abandono, ha retrasado la reorganización y mejora de la biblioteca por falta de recursos económicos, de personal, y en gran medida, porque para ellos se trata de una gran desconocida, un ámbito de trabajo extraño que no saben cómo abordar. Tanto la dirección como el profesorado se muestran preocupados por la necesidad de aprender con una actitud crítica, y de adquirir las competencias necesarias para desenvolverse de manera autónoma para satisfacer sus necesidades informativas actuales y sobre todo, futuras. El planteamiento es dotar a los alumnos de las competencias adecuadas para que sean capaces de manejarse sin perderse en la red y en cualquier biblioteca a la que puedan acudir, no solo la escolar.
La intención de éste trabajo ha sido proponer determinadas acciones de mejora que se plantean como asumibles por un centro de éstas características y con una escasez de recursos conocida por todos los colectivos implicados. La Ikastola lleva a cabo diferentes planes (de comprensión lectora, TIC, inglés), para la obtención de las competencias educativas y básicas, que se desarrollan totalmente al margen de la biblioteca, que solo se usa como almacén de libros de lectura.
Por lo tanto, en este proyecto de mejora no se busca tanto obtener más recursos económicos, espacios más grandes, más recursos tecnológicos, sino aprovechar los recursos disponibles de la manera más eficiente posible. Lo que se va a procurar es conseguir la máxima implicación de los diferentes colectivos, de manera que se maximice el uso de un recurso ya existente y se le saque el mayor partido posible.
El primer paso realizado, la autoevaluación de la biblioteca a partir de un instrumento especialmente ideado para ello, nos ha mostrado las debilidades de la misma, pero también sus puntos fuertes. Desde el punto de vista del fondo y de los recursos tecnológicos está relativamente bien dotada, pero al carecer totalmente de organización, el uso que se hace del servicio no concuerda con las funciones y objetivos que debe desarrollar una biblioteca escolar de hoy en día.
Conocer la situación de partida con detalle a través de la autoevaluación, ha permitido dar un primer paso importante con la elaboración de un proyecto de biblioteca y un plan de trabajo para el próximo curso, así como planificar los procesos de evaluación que se llevarán a cabo en el futuro. Se han enumerado diferentes tareas de organización y otras que relacionan la biblioteca con el proyecto educativo del centro, a la vez que se han asignado responsables a cada tarea.
También ha servido para que de manera inconsciente, las personas directamente implicadas en la gestión de la biblioteca (la directora, la responsable de biblioteca y la responsable TIC), dediquen más tiempo y esfuerzo y retomen una labor que habían abandonado. La directora de la Ikastola ha realizado una gran labor a la hora de realizar la autoevaluación; la responsable TIC se ha encargado de actualizar la versión de ABIES y de realizar la migración; y por último, la responsable de la biblioteca se ha mostrado abierta a todas las sugerencias que se han hecho en cuanto a la organización de la misma y ha manifestado su intención de implicar a los alumnos y los profesores en todas aquellas tareas en las que sea necesaria su colaboración.
Queda pendiente la inclusión del proyecto en las programaciones generales del centro y que se considere como un recurso imprescindible en el proyecto educativo, que se espera conseguir de forma paulatina a medida que se vaya mejorando la organización, los servicios y la biblioteca en general.
Por lo tanto, este trabajo describe la etapa inicial de “un viaje largo, difícil, pero apasionante” (Camacho, 2004)