10 Introducción a El amante venturoso
Autores:
Destiny Acevedo, Jennifer Clogg, Giacomo Coppola, Julia Piness y Christian Tolino
Resumen
La novela El amante venturoso de Mariana de Carvajal y Saavedra es una novela sobre la historia de amor de dos personajes principales, Carlos y Teodora. Las familias de ambos amantes son amigas. El padre de Carlos, Ricardo Milanés, es amigo del padre de Teodora, Octavio Esforcia. Carlos tiene una hermana también, Margarita, quien es muy cercana a Teodora. Ambas familias son de nobleza y tienen mucha riqueza. Durante su niñez, Teodora no podía salir de la casa a causa de las enfermedades de su padre, pero las niñas todavía son amigas cercanas que hacen actividades juntas, como cantar. Cuando todos los hijos crecen, Carlos eventualmente sale para luchar para Felipe II por ocho años. Al mismo tiempo, la hermosura de Teodora se ha aumentado, pero su padre no le permite salir de la casa. Carlos tiene que volver de la guerra porque su padre tiene una enfermedad mortal y necesita poner sus asuntos en orden. No vuelve sin ganar dinero y honores de su Majestad, solo aumentando su riqueza. Porque él está en su ciudad natal, puede ver a la hermosa Teodora, y muy prontamente está enamorado de ella. Queda claro que Teodora tiene los mismos sentimientos también. Ellos tienen un proceso de cortejo típico de la nobleza, con canciones, fiestas y juegos de Carlos, cartas de Teodora, y más. Después de la aprobación de Octavio y el tío honrado de Carlos, Antonio Milanés, la boda viene prontamente. Es un evento muy extravagante, con decoraciones y comida llamativa. La novela termina con el sentido de amor, romance, y júbilo.
Contexto Sociohistórico
La novela tiene lugar en el siglo de oro español, cuando aspectos de la sociedad, como la literatura y el arte, estaban prosperando. La sociedad también se fundamentó en ideas del paradigma patriarcal. No solo se creía que los hombres eran superiores a las mujeres, sino que también se esperaba que las mujeres siguieran las normas implementadas por los hombres. Los hombres crearon las normas y expectativas a través de sus interpretaciones de la Biblia. Según José Luis Sánchez Lora, en Mujeres, conventos y formas de la religiosidad barroca, “La visión de la mujer como enemigo irreconciliable del hombre, causante de desdichas… con independencia del pecado original, la mujer viene al mundo ya marcada por la inferioridad por naturaleza” (Lora 45). Esta es una referencia bíblica a la tentación de Eva con el fruto prohibido en el Jardín del Edén. Al comer del fruto prohibido, el pecado de la desobediencia se introdujo por primera vez en el mundo. Este incidente explica la misoginia de las mujeres durante el siglo de oro español porque, dado que el Imperio español era gobernado por la Iglesia Católica, las normas que imponían los hombres a las mujeres vienen de las acciones de Eva.
Los hombres creían que la mujer ideal tenía que ser gentil, dulce cuando hablaba, y tener un poco de conocimiento- solo de sus papeles domésticos. También tuvieron que mantenerse en la casa limpiando, atendiendo a las necesidades de su esposo, y sobre todo guardarse en silencio porque no tenían tanto conocimiento como los hombres. Los hombres impusieron estas normas y expectativas porque creían que Dios las propuso de esta manera, ya que la sociedad estaba influenciada por la religión Católica. En muchas de las obras de hombres en el siglo de oro, como en Fray Juan de la Cerda, Vida Política de Todos Los Estados De Mujeres, la Biblia se usa para apoyar las creencias de los hombres de que son superiores a las mujeres. Según Cerda, “Y buen testimonio es de la excelencia del sexo masculino al femenino que mandó Dios en el Exodus… que es de mayor excelencia y dignidad y más honoroso en si el sexo masculino que el femenino” (Cerda 336). Los hombres también creen que “el hombre es cabeza y principio de donde la mujer procedió [porque] … Eva salió de la costilla de Adán” (Cerda 336). Debido a que las mujeres vienen de los hombres, se esperaba que las mujeres tuvieran que obedecer y apreciar a los hombres. Sin embargo, en la novela El amante venturoso, hay aspectos que siguen y no siguen el paradigma patriarcal, pero por lo general, enfatiza a las normas.
El Paradigma Patriarcal
El paradigma patriarcal es muy prevalente en la novela El amante venturoso. Primero, es importante notar que los hijos en ambas familias no tienen una figura materna. La madre de Carlos y Margarita murió durante el nacimiento de Margarita. La madre de Teodora era noble como su esposo Octavio, pero ella murió en algún punto. La ausencia de figuras maternas en ambas familias es muy importante porque enfatiza que los hombres están en control. Las hijas no tienen otra mujer a la que puedan ir. Los padres hacen todas las decisiones, y pueden controlar las acciones de las hijas. Es evidente que los padres tienen control cuando Margarita siempre tiene que visitar a Teodora, porque Teodora, “por los continuos y prolijos achaques de su padre, no salía de la casa” (Carvajal). Aunque ella tiene que cuidar a su padre y es la razón por la que no sale de la casa, la familia es noble, y es posible que el padre pueda contratar a un asistente de algún tipo. Entonces, el padre podría estar protegiendo la hermosura de su hija también por encerrarla en la casa. Es verdad que cuando ella madura y se vuelve más hermosa, Octavio dice que él “ha obligado a cerrar la puerta a todos los pretendientes” (Carvajal). Esta idea de encerrar a mujeres en la casa es prevalente en la sociedad y es la firma del paradigma patriarcal (Cerda 1599, Taylor 2008, Camino 1999, Gamboa 2003). “Y dícelo también porque, diciéndole a la mujer que rodee su casa, le quiere enseñar el espacio por donde ha de menear los pies la mujer y los lugares por donde ha de andar, y, como si dijésemos, el campo de su carrera, que es su casa propia, y no las calles, ni las plazas, ni las huertas, ni las casas ajenas” (Luis de León 7). Las mujeres eran obligadas a ocupar la esfera privada de la vida y no podían entrar en los espacios públicos. Aunque Teodora no puede tener pretendientes, el hijo de la otra familia, Carlos, quiere perseguirla.
Entonces hay un proceso de cortejo que es típico de la clase alta que también sigue las normas del paradigma patriarcal. Tanto Carlos como Teodora cantan entre sí, no sin sus criados. Ellos se comunican a través de barreras y celosías. Teodora tiene que ver las fiestas de Carlos por su ventana. “Había salido Teodora, por divertir sus melancolías, a una celosía, y reconociendo a su reenclinado amante, arrebatada del repentino gusto, considerando no había en la calle otra persona a quien se le pudieran cantar los versos referidos” (Caravajal). La celosía es una barrera en la ventana que ayuda a asegurar que las mujeres se queden en la casa. Cuando Carlos decide que quiere casarse con ella, tiene que preguntar a los otros hombres de ambas familias y recibir su aprobación; el último paso en el proceso de cortejo. Ellos por último tienen una boda muy extravagante, con juegos y decoraciones a montones. Es verdad que los amantes se casan al final, y Teodora tiene la opción de elegir su amante y está feliz. Entonces, se puede decir que hay partes en la historia que no siguen el control sobre las mujeres y las expectativas de matrimonio y cortejo del paradigma patriarcal. De todo, su historia de amor estaba relacionada en una manera general al paradigma patriarcal. Teodora no puede salir por o para sí misma para hablar con Carlos. Ella tiene que ver y hablar con él por la celosía en su casa, o escribir cartas, mientras él puede hacer cualquier cosa. Carlos tiene la conexión de su hermana, y las familias son amigas, para interactuar con Teodora, pero la puerta ha estado cerrada a todos los otros pretendientes. Teodora es demasiado hermosa que no puede interactuar con los hombres. De todo, el paradigma patriarcal es muy evidente en esta novela, pero hay otros temas relevantes en la novela.
La Poesía en la Novela
El uso de canciones poéticas en El amante venturoso es notable por los objetivos que ayuda a lograr dentro de la obra. Para empezar, la poesía de Mariana de Carvajal y Saavedra funciona como parte de un movimiento más grande durante el siglo de oro para amplificar las emociones en un texto a través de estilos literarios únicos. En otras palabras, el lenguaje ordinario no ofrece las mismas ventajas que la poesía porque la estructura, el énfasis y el objetivo de un poema difieren radicalmente del resto de una obra (Egido 14). Las líneas separadas llaman la atención del lector al espacio de la página, y la estructura de oraciones cortas añade énfasis e importancia a cada palabra. Lo más importante es que el estilo trate de convertir el deseo al lenguaje. “Pues, en efecto, la conversión del deseo en realidad poética es toda una operación que implica una metamorfosis del lenguaje ordinario, y hasta del ordinario en poesía. Además el estilo… podía ser ‘afetuoso’ y lograr con todos los recursos de la oratoria mover los sentimientos y alcanzar la emoción” (Egido 25). En el caso de El amante venturoso, los poemas presentados entre los amantes en forma de canción ejemplifican este proceso de la intensificación de la emoción.
La poesía demuestra los sentimientos de los personajes de la obra, y por consiguiente, los poemas se convierten en el escenario para mucha de la expresión de la emoción. En el siguiente ejemplo, la poesía funciona como una expresión de amor que es capaz de dar voz a los deseos de Don Luis:
Amábala don Luis ternísimamente, aunque no lo explicaba por palabras expresas por ser de natural vergonzoso y encogido (propia condición de quien sabe poco). Sentíalo Anarda, y quiso darlo a entender. Mirándole con un sobrecejo de grave honestidad, le dijo:
—Amor pierde por callar.
Reconoció el enamorado mancebo su disgusto. Determinado a declararse, la quiso satisfacer en los siguientes versos:
Anarda, después que os vi
ardiendo en tan dulce fuego,
aunque perdido el sosiego,
es gloria la pena en mí
con el llanto en que me anego. (Carvajal)
Con la poesía, su silencio está roto, y sus pensamientos son compartidos. Hay más aspectos de la novela que Mariana de Carvajal utiliza para caracterizar el deseo de sus personajes, pero la poesía es única porque es la representación más personal de las relaciones que ella ofrece. Como lector, las canciones producen la oportunidad de entender los sentimientos de un personaje desde su perspectiva.
La Riqueza de la Nobleza
Otro tema muy común en la novela es la riqueza de la nobleza. Ambas familias principales son de la clase alta, y su riqueza está demostrada por sus ocupaciones, eventos, y juegos. Es claro al principio de la novela que las familias son nobles. La descripción de Ricardo Milanés, el padre de Carlos y Margarita, es “un caballero, tan ilustre en la sangre como poderoso en la riqueza” (Carvajal). El padre de la otra familia, Octavio Esforcia, es “no menos aventajado en la calidad de riqueza,” y su esposa es “igual en todo a su mucha riqueza y calidad” (Carvajal). Solo en estas descripciones, vemos que la riqueza es una calidad muy importante para estos hombres y sus familias. El hijo Carlos en particular tiene éxito de su propia manera, pero todavía con el apoyo y las conexiones de su familia. Hizo un trabajo tan bueno que su Majestad le dio “seis mil ducados de renta, sin otros ricos despojos que ganó por su mucho valor” (Carvajal). Carlos ya viene de una familia rica, y después de su servicio, tiene tanta riqueza y honor que es casi como si no supiera qué hacer con todo el dinero.
Pues, Carlos eventualmente gana el amor de la hija de Octavio, Teodora. Para ganar su amor, Carlos ha tenido muchas fiestas con sus amigos, también nobles, donde Teodora puede mirar y ellos pueden comunicarse (desde el interior de su casa, a través de ventanas). Los hombres juegan juegos como esgrima, sortija y estafermos. Estos juegos son típicos de la clase alta y la nobleza, y son maneras de expresar la riqueza. Aunque Teodora viene de la nobleza, puede mirar estos juegos y fiestas y reconocer que Carlos tiene riqueza y puede usarla y expresarla. Cuando los dos se casan, la boda es muy extravagante también; ambas familias son de la nobleza, entonces la boda es la mejor expresión de su riqueza. Aun antes del matrimonio, la familia de Carlos envia “ricas joyas y costosas galas, que a todos les pareció pasaban a exceso” (Carvajal). Las mujeres y los hombres llevan perlas, aun con asientos de oro. La comida es opulenta, regalada, y copiosa. Hay una banda y camareros. Los invitados juegan los mismos juegos que juega Carlos. La celebración dura varios días. La boda, otra vez, es el lugar perfecto para que estas familias expresen su riqueza. Otro juego que la nobleza usa para expresar su riqueza e inteligencia es uno de poesía y palabras. Ocurre en este caso durante las celebraciones también. La mujer dice una frase, y el hombre tiene que recitar su propio poema que está relacionado a la frase. El propuesto del juego básicamente es que los hombres pueden expresar su inteligencia y jactarse. Con riqueza viene inteligencia e intelecto. Y con nobleza viene riqueza. Solo es normal que la nobleza tome todas las oportunidades de demostrar esta riqueza. Según Fray Luis de Leon, la nobleza vive una, “Vida ociosa, el uso la ha hecho propia agora de los que se llaman nobles y caballeros y señores; los que tienen o renteros o vasallos, de donde sacan sus rentas” (Luis de León 2). En pocas palabras, tiene mucho tiempo para leer y aprender. Sin embargo, es necesario notar que la novela está marcada por una multiplicidad de temas basados en el contexto histórico, y la mejor manera de entender las características y objetivos de la escritura de Mariana de Carvajal y Saavedra es leerla.
Bibliografia
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Carvajal y Saavedra, Mariana. “El Amante Venturoso.” Navidades de Madrid y noches entretenidas, editado por Destiny Acevedo, Jennifer Clogg, Giacomo Coppola, Julia Piness y Christian Tolino, Pressbooks, 2021.
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