"

Tema 2: Imaginemos el futuro que queremos

Capítulo 1

¿Cómo es el mundo que queremos crear? Imaginemos un mundo sin desigualdades sistémicas, injusticias y violencia. Nombremos los valores y formas de ser que nos conducirán allí. ¿Cuál es nuestra visión? Estas no son cuestiones frívolas. Si tomamos en serio nuestra visión, esta se convierte en la estrella que nos guía, nos ayuda a discernir y a tomar decisiones estratégicas que nos acercan más al cambio profundo que buscamos. Un proceso de visualizar el futuro puede animarnos a plantear preguntas fundamentales sobre nuestras condiciones de vida y por qué las cosas son como son. Activar nuestra imaginación radical puede crear un sentido de posibilidad e invitar propuestas más interesantes que trastoquen el poder y vayan más allá de las declaraciones convencionales de visión y misión.

Actividad 3. Soñemos con el futuro

Actividad 3. Soñemos con el futuro

Cualquier proceso que desencadene nuevas formas de ver, pensar y actuar tiene que llevarnos más allá de nuestros procesos de pensamiento habituales para tocar nuestras emociones, creencias, anhelos y sueños. Estas emociones, creencias, anhelos y sueños son los que nos atrajeron a este trabajo en primer lugar y los que animarán nuevas ideas, enfoques y relaciones cada vez más sólidas. Aquí exploramos nuestros sueños y visiones colectivas de futuro.

Materiales: Papelógrafos, notas adhesivas o tarjetas de cuatro colores distintos, marcadores, cinta adhesiva, papel tamaño carta, papel de distintos colores y papel de seda/pañuelos desechables, instrucciones escritas y citas pertinentes.

Plenaria: Lee las citas en voz alta para sacar a las personas del pensamiento cotidiano y llevarlas a un estado de ánimo que les permita imaginar. Aunque algunas fueron escritas en momentos específicos, como el inicio de la pandemia del COVID, se refieren a cualquier crisis que desencadene la necesidad de repensar e imaginar otras maneras de ser. No dudes en utilizar citas de tu propio contexto para invitar a reflexionar sobre sueños de un futuro mejor.

Nuestros sueños han sido importantes para inspirar cambios y sostener la esperanza y la comunidad. El simple proceso de imaginar un futuro mejor es una acción crítica en sí misma. Ante los sistemas violentos que enfrentamos a nuestro alrededor:

  • ¿Qué centramos en nuestro trabajo?
  • ¿Cómo damos forma a nuestra visión y nos mantenemos fieles a nuestros valores?
  • ¿Qué estrellas nos guían a lo largo del camino para convertir nuestros sueños en realidad?

Paso 1. Soñemos
Individualmente: Para estimular una mentalidad creativa, da un paseo al aire libre y presta verdadera atención a lo que ves, hueles y oyes; o, escucha música o canta; o escoge otra actividad que te saque de una forma de pensar estrictamente racional. Debes permitirte visualizar tu futuro deseado.

  • ¿Cuál es el futuro con el que sueñas?
  • ¿Dónde estás? ¿Con quién estás?
  • ¿Qué hacen tú y las personas que te rodean?
  • ¿Cómo es el entorno? ¿Qué ves? ¿Qué colores? ¿Qué sonidos? ¿Qué olores?
  • ¿Cómo te sientes?

En dos o tres palabras, llena los espacios en notas adhesivas clasificadas por colores, un color para cada frase:

Tengo un sueño de un futuro en el que todas las personas __________ (color 1), donde nadie _______ (color 2), y donde la tierra y el medio ambiente _________ (color 3). Una idea o creencia que nutre mi sueño y mi trabajo para lograrlo es _________ (color 4).

Utiliza marcadores, lápices, crayones de colores y/o un collage para crear una “colcha de retazos” – una imagen en papel tamaño carta (de diferentes colores, cuando sea posible) para representar el futuro que has imaginado –.

Plenaria: Cada persona participante comparte su imagen. Todas las imágenes se colocan una a una en la pared, el piso o la mesa para formar una colcha. Cada persona lee, a su vez, su declaración de sueño e idea o creencia codificada por color. A medida que van leyendo, agrupa las declaraciones en una pared por temas similares e inicie una discusión breve.

  • ¿Qué nos dicen estas imágenes y tarjetas acerca de nuestras visiones de futuro?
  • ¿De qué maneras queremos que cambien nuestras vidas y el mundo?
  • ¿Ven fuentes comunes de esperanza? ¿Cómo podemos usar estas fuentes de esperanza y posibilidad en nuestro trabajo organizativo y de cambio?
  • ¿Qué nos une? ¿Cuáles son algunas diferencias?
  • ¿Qué dicen de los valores que nos guían de nuestro propósito, de lo que defendemos? ¿Qué dicen sobre nuestros corazones y sentimientos?

Paso 2. Reimaginemos otros futuros
Nuestros sueños individuales nos inspiran a nosotras mismas y a otras personas, pero para hacer cambios debemos unir nuestros sueños y reinventar colectivamente otro futuro. Imagina que te has teletransportado a 2060, una época en que se ha hecho realidad un mundo mejor.

Algunas opciones que podrían servir de inspiración:

Otra alternativa es encontrar ejemplos en otros idiomas o de otros contextos.

Grupos pequeños: A fin de mostrar un mundo radicalmente reimaginado, elaboren un sociodrama de cinco minutos, hagan un video corto en un celular o describan cuatro escenarios que les permitan a otras personas ver lo que ustedes ven.

  • ¿Qué vemos?
  • ¿Cómo nos sentimos?
  • ¿Qué hacen las personas de manera distinta? ¿Para su bienestar económico? ¿Para resolver problemas sociales y políticos?
  • ¿Cómo están organizadas las comunidades?
  • ¿Cómo se relacionan las personas con su entorno?

Plenaria: Cada grupo presenta su visión del futuro, y se discuten los futuros que imaginan. ¿Cómo se relacionan con sus sueños del paso 1?

Paso 3. ¿Cómo llegaremos allí?

Plenaria:Relee la cita de Arundhati Roy. Repite la última frase: “O podemos atravesarlo caminando ligeros, con poco equipaje, listos para imaginar otro mundo. Y listos para luchar por él”.

Muestra un nuevo papelógrafo con el título «Viaje al futuro reimaginado» con dos columnas tituladas “A fin de llegar a esta visión, ¿qué me llevaré? y ¿qué dejaré detrás de mí?”

Individualmente: Escribe dos o tres notas adhesivas en respuesta a cada pregunta y pégalas en las columnas.

Plenaria: Invita a las personas participantes a compartir lo que colocaron y a discutir lo que dejamos detrás y lo que nos llevamos con nosotras. ¿Qué aprendemos sobre nuestras visiones al ver estas listas?

Paso 4. Valores, principios y maneras de trabajar
Sobre la base de la discusión anterior, identifica los valores y principios básicos, y las maneras de trabajar – tanto individual como colectivamente – que nos guiarán hacia nuestro futuro imaginado.

Individualmente: Escribe en dos notas adhesivas:

Un valor o principio importante que será fundamental para vivir nuestras visiones.
Una manera de trabajar o liderar o una práctica que debe cambiar para que podamos hacer realidad estos valores.

Plenaria: Agrupa las respuestas e invita a una discusión.

  • ¿Qué encontramos en común?
  • ¿Hay diferencias notables?

Resume la discusión y lee en voz alta las citas de Johnetta Cole y Langston Hughes (ver Tema 2).

Descarga esta actividad.

Actividad 4. Demos vida a las visiones

Actividad 4. Demos vida a las visiones

Paso 1. Visiones de cambio social que nos pueden inspirar
Si nuestra visión se siente obsoleta o demasiado limitada, o si no tenemos una, podemos inspirarnos en las de otras personas. Tal vez quieras explorar una selección de visiones audaces en el material didáctico Visión y valores en acción.

Utilicen estos ejemplos o hagan una lluvia de ideas de otras organizaciones o movimientos – pasados o actuales – cuya visión, valores y formas de trabajar les sirvan de inspiración. Pregunta:

  • ¿Qué les parece atractivo de su visión y de cómo viven sus valores en su activismo y liderazgo?
  • ¿Cuáles son algunos de los desafíos de poner en práctica valores y principios?

Paso 2. Demos vida a las visiones
Aquí contrastamos el qué y el cómo para juzgar cómo nuestros valores, principios y formas de trabajar se alinean con nuestra visión. Utiliza la Opción 1 si todas las personas son de la misma organización, o si se pueden agrupar por organización. Utiliza la Opción 2 si las personas son en su mayoría de distintas organizaciones o como seguimiento de la Opción 1.

Opción 1. Las mismas organizaciones
Grupos pequeños: ¿Cuál es la visión de su organización? Puede ser que ya exista una declaración de visión, o que necesiten tomarse un tiempo como grupo para escribir la visión tal y como todas la entienden.

  • ¿Cómo se sienten acerca de la visión de su organización?
  • ¿Se podría mejorar o ampliar la visión? Si la respuesta es sí ¿qué cambiarían?
  • ¿Refleja esta visión los valores, principios y maneras de trabajar que identificaron?
  • Si la respuesta es sí ¿cómo?
  • Si no ¿Cómo podrían sus valores, principios y maneras de trabajar dar vida a la visión? ¿O cómo podría cambiarse la visión para que refleje mejor sus valores y maneras de trabajar?

Escojan tres ideas o perspectivas para compartir en plenaria.

Plenaria: Los grupos comparten sus reflexiones.

  • ¿Qué nos dice esto sobre la conexión entre nuestras visiones y nuestras maneras de trabajar?
  • ¿Qué tendríamos que cambiar para alinear nuestras prácticas con nuestras visiones?
  • ¿Dónde necesitamos ampliar nuestra visión o desafiarnos a nosotras mismas?
  • ¿Se trata del qué o del cómo, o ambos?

El propósito de esta discusión no es encontrar respuestas, correctas o equivocadas, o decidir ahora lo que es necesario cambiar, sino estimular ideas. Recuérdales a las personas participantes que volverán a estas preguntas más adelante, enriquecidas con otras perspectivas.

Podrías volver a las organizaciones o movimientos nombrados como fuentes de inspiración en el Paso 1. ¿Cómo alinearon su qué con su cómo?

Opción 2. Diferentes organizaciones
Vuelve a las organizaciones o movimientos nombrados como fuentes de inspiración en el Paso 1, o nombra ejemplos conocidos para el grupo, o quizá quieras explorar el material didáctico Visión y valores en acción. Cada grupo pequeño discute una organización o movimiento diferente.

Grupos pequeños: Para la organización o movimiento que examinan:

  • ¿Cuál es la visión? Encuentren su declaración de visión o describan como la entienden.
  • ¿Cómo se sienten acerca de esta visión?
  • ¿Qué piensan que son o eran sus principales valores, principios y maneras de trabajar?
  • ¿Refleja la visión estos valores, principios y maneras de trabajar?
  • Si la respuesta es sí ¿cómo?
  • Si no ¿Qué valores, principios y maneras de trabajar podrían ayudar a dar vida a la visión? O ¿Cómo se podría cambiar la visión para encarnar mejor los valores, principios y maneras de trabajar?

Escojan a una relatora y tres ideas o perspectivas para compartir en la plenaria.

Plenaria: Los grupos comparten sus perspectivas.

  • ¿Cómo se sienten al analizar estas visiones? ¿Qué preguntas o reflexiones hacen aflorar en ustedes y sirven para su trabajo?
  • ¿Qué nos dice esto acerca de la conexión entre la visión de una organización o movimiento, y sus maneras de trabajar?
  • ¿Qué desafíos, si hubo alguno, implicó alinear la visión con los principios, el propósito con la práctica – el qué y el cómo–?

Descarga esta actividad.

Visión y valores en acción
Lo que las personas consideran valioso guía sus acciones, ya sea que se trate de valores tácitos y no reconocidos, o claramente especificados. Cuando las personas expresan sus valores y los entretejen, crean una visión o filosofía coherente. Con una visión compartida, un movimiento o colectivo puede avanzar unido.

A continuación, se incluyen tres ejemplos de visiones coherentes y profundamente meditadas para orientar las estrategias y acciones a corto y largo plazo. Busquen, compartan y discutan ejemplos de su propio contexto.


Principios de la democracia de la Tierra

A Vandana Shiva se le describe como “una académica india, activista ambiental, defensora de la soberanía alimentaria, ecofeminista y autora antiglobalización”. Esta serie de principios8, resumida de sus libros, presenta una visión y filosofía amplias como una base firme el activismo.

    1. Democracia ecológica – democracia de toda la vida
      Todas las personas pertenecemos a la comunidad de la Tierra. Todas tenemos el deber de proteger los derechos y el bienestar de todas las especies y personas. Ningún ser humano tiene derecho a invadir el espacio ecológico de otras especies y otras personas, o de tratarlas con crueldad y violencia.
    2. Valor intrínseco de todas las especies y personas
      Todas las especies, seres humanos y culturas poseen un valor intrínseco. Son sujetos, no objetos de manipulación o posesión. Ninguna persona tiene derecho a poseer a otras especies, a otras personas, o el conocimiento de otras culturas a través de patentes y otros derechos de propiedad intelectual.
    3. Diversidad en la naturaleza y la cultura
      Todas las personas tienen la obligación de defender la diversidad cultural y biológica. La diversidad es un fin en sí misma, un valor, una fuente de riqueza tanto material como cultural.
    4. Derecho natural al sustento
      Todos los integrantes de la comunidad de la Tierra, incluyendo a todos los seres humanos, tienen derecho a la alimentación, al agua, a un hábitat seguro y limpio, y a la seguridad del espacio ecológico. Estos derechos naturales son derechos de nacimiento y están mejor protegidos a través de los derechos comunitarios y los bienes comunes. No los confieren los estados ni las corporaciones, ni pueden ser extinguidos por la acción estatal o corporativa mediante la privatización o el control monopólico.
    5. La economía de la Tierra se basa en la democracia económica y la economía viva
      La democracia de la Tierra se basa en la democracia económica. En la democracia de la Tierra, los sistemas económicos protegen los ecosistemas y su integridad, resguardan los medios de vida de las personas y proveen para las necesidades básicas de todas las personas. En la economía de la Tierra no hay especies ni personas desechables o prescindibles. La economía de la Tierra es una economía viva en beneficio del bien común.
    6. Las economías vivas se construyen sobre las economías locales
      La conservación de los recursos de la tierra y la creación de medios de vida sostenibles y satisfactorios se logra de la manera más cuidadosa, creativa, eficiente y equitativa a nivel local. La localización de la economía es un imperativo social y ecológico. Sólo los bienes y servicios que no puedan producirse localmente, utilizando recursos y conocimientos locales, deben producirse fuera del ámbito local y comercializarse a larga distancia.
    7. Democracia viva
      La democracia de la Tierra se fundamenta en la democracia viva en el ámbito local, con las comunidades locales – organizadas sobre la base de principios de inclusión y diversidad, y responsabilidad social y ecológica – como la máxima autoridad en la toma de decisiones relacionadas con el medioambiente, los bienes naturales, el sustento y los medios de vida de las personas. La autoridad se delega en niveles de gobierno más distantes según el principio de subsidiariedad. La democracia de la Tierra es una democracia viva.
    8. Conocimiento vivo
      La democracia de la Tierra se basa en sistemas de conocimiento centrados en la Tierra y en la comunidad. El conocimiento vivo es aquel que mantiene y renueva los procesos vivos, y contribuye a la salud del planeta y de las personas. Asimismo, es conocimiento vivo en el sentido de que está integrado en la naturaleza y la sociedad, no es abstracto, reduccionista ni contrario a la vida. El conocimiento vivo es un bien común, pertenece colectivamente a las comunidades que lo crean y mantienen vivo. Todos los seres humanos tienen el deber de compartir el conocimiento. Ninguna persona o empresa tiene derecho a encerrar, monopolizar, patentar o poseer exclusivamente el conocimiento vivo como propiedad intelectual.
    9. Equilibrio de los derechos y la responsabilidad
      En la democracia de la Tierra, los derechos emanan de la responsabilidad y se equilibran con esta. Las personas que cargan con las consecuencias de las decisiones y acciones son las que toman las decisiones.
    10. Globalización de la paz, el cuidado y la compasión
      La democracia de la Tierra conecta a las personas en círculos de cuidado, cooperación y compasión, en lugar de dividirlas a través de la competencia y el conflicto. La democracia de la Tierra globaliza la compasión, no la codicia, y la paz, no la guerra.

 

El Manifiesto del Cuidado – The Care Collective (El colectivo del cuidado)
Esta visión y manifiesto circularon ampliamente cuando el “cuidado” surgió como una agenda política central durante la pandemia de COVID 19 durante 2020. Esta versión9 corta da un sentido de los principios y la práctica en su esencia.

Interdependencia: Para imaginar un mundo organizado en torno al cuidado, debemos empezar por reconocer la infinidad de maneras en las que nuestra sobrevivencia depende siempre de las demás personas. Una política de cuidado debe reconocer antes que nada nuestra interdependencia, a la par de la ambivalencia y la ansiedad que estas conexiones suelen generar. El reconocimiento de nuestra necesidad de dar y recibir cuidados no solo nos brinda un sentido de nuestra humanidad común, sino también nos permite afrontar nuestros temores compartidos a la fragilidad humana en vez de proyectarlos a otras personas.

Relaciones de cuidado: La familia nuclear tradicional, en la que la madre ocupa un lugar central, sigue siendo el prototipo dominante de cuidado y parentesco… No obstante, solo con la proliferación de nuestros círculos de cuidados – empezando por la expansión de nuestro concepto de familia – es que podemos lograr las infraestructuras psíquicas necesarias para construir una sociedad de cuidado que tenga el cuidado universal como fundamento. Es necesario reconocer y valorar las diversas formas de cuidado entre todas las criaturas humanas y no humanas. Esto es lo que llamamos “ética del cuidado promiscuo”. Cuidado promiscuo significa cuidar más y de maneras que continúen siendo experimentales y extensivas según las normas actuales. Significa multiplicar la cantidad de personas que podemos cuidar y las formas de cuidado.

Comunidades de cuidado: Los temas relacionados con el cuidado no solo se vinculan con relaciones muy cercanas e intimas. También adquieren forma en los lugares donde habitamos y por los que pasamos: en las comunidades locales, los barrios, las bibliotecas, las escuelas y los parques; en nuestras redes sociales y grupos con los que nos identificamos. Pero el retroceso deliberado en la previsión social (cuando existe), que se ha visto reemplazada por cadenas corporativas globales de suministro, ha generado contextos comunitarios poco saludables para el cuidado.

Las comunidades de cuidado ponen fin al acaparamiento de recursos de unos cuantos. Las comunidades de cuidado necesitan más bien priorizar los bienes comunes. Las comunidades basadas en el cuidado garantizan la creación de objetos y espacios públicos colectivos: animan a compartir infraestructura, lo cual significa revertir la compulsión del neoliberalismo por privatizarlo todo.


Siete principios del zapatismo

Este ejemplo10 procede de un movimiento de resistencia del estado de Chiapas en México, que se levantó en 1994. El movimiento zapatista se basa en la profunda historia de las culturas y prácticas comunitarias indígenas.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional estaba conformado en su mayoría por personas indígenas de la zona con sus propias costumbres, entre ellos ch’oles, tzeltales, tzotziles, tojolabales, mames y zoques. La insurrección ocupó los titulares en todo el mundo y desencadenó un movimiento por los derechos indígenas, la autonomía y el cambio social. El levantamiento zapatista ocurrió el mismo día que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Los zapatistas, como se les conoce comúnmente, surgieron de décadas de organización entre pueblos indígenas para encarar los problemas sistémicos de pobreza, discriminación y falta de representación que enfrentaban las comunidades indígenas en México.

El levantamiento zapatista fue un llamado a la acción para las comunidades marginadas de todo el mundo y sigue inspirando movimientos por los derechos indígenas y el cambio social. Desde 1994, los y las zapatistas se han dedicado a la construcción de comunidades autónomas centradas en torno a sus tradiciones indígenas, al mismo tiempo que buscan crear ‘un mundo donde quepan muchos mundos”, enfatizando la dignidad de “[las y] los otros”, la pertenencia y la lucha común, al igual que la importancia de reír, bailar y nutrir a la niñez.

    1. Obedecer y no mandar
      Ejecutar la voluntad del pueblo cuando se ocupa una posición de liderazgo. En las comunidades autónomas zapatistas, las posiciones de liderazgo son rotativas y de corta duración. Lo anterior refleja la necesidad de que las personas que son líderes obedezcan los deseos colectivos de la comunidad en lugar de dar órdenes desde una posición de poder.
    2. Proponer y no imponer
      La humildad es una parte clave de la vida de los zapatistas y se ajusta a su práctica de debate y autorreflexión, y a una cultura de proponer el curso de acción y no imponerlo.
    3. Representar y no suplantar
      Antes de la llegada de los colonizadores, los pueblos indígenas se gobernaban a sí mismos. Desde la perspectiva zapatista, la autonomía está basada en la confianza colectiva de la comunidad para representar lo que la comunidad quiere.
    4. Convencer y no vencer
      Los zapatistas practican el diálogo y la asamblea, lo que requiere argumentación lógica, reflexión, consideración de muchos puntos de vista y discusiones abiertas.
    5. Construir y no destruir
      La ética de la antidestrucción y el fin de la explotación es la práctica de crear las instituciones y el mundo que deseamos en relación con los seres humanos y la tierra.
    6. Servir y no servirse
      El lema zapatista: “Para todos todo, para nosotros nada” es la esencia de este principio de humildad. Todo zapatista debe encontrar el equilibrio entre servir a otras personas para el colectivo y, al mismo tiempo, cuidar del trabajo individual en el seno familiar.
    7. Bajar y no subir
      En las comunidades zapatistas, el “trabajo colectivo” es un modo de vida que concuerda con la mentalidad de trabajar desde abajo para beneficio de la comunidad.


Movimiento de la Carta de justicia climática

Esta es una alianza sudafricana11 de sectores progresistas de la sociedad civil, comunidades de fe, movimientos laborales, sectores de la justicia climática/ambiental y del agua, formada para promover el realineamiento de fuerzas por la justicia climática. Sus principios y “alternativas sistémicas para el cambio transformador” definen el futuro que visualizan y cómo esperan alcanzarlo. Su carta proporciona una guía de demandas y tácticas específicas a corto plazo, así como las narrativas y la estrategia a largo plazo. A continuación, incluimos algunos extractos:

Principios de una transición profunda y justa
Toda comunidad, aldea, pueblo, ciudad y lugar de trabajo debe impulsar una transición profunda y justa para garantizar la transformación socioecológica. Los siguientes principios guiarán las alternativas, los planes y los procesos que nos lleven a una transición profunda y justa en nuestra sociedad.

  1. Justicia climática: Las personas menos responsables no deben salir perjudicadas ni pagar el costo del impacto del cambio climático. De ahí que las necesidades de las mujeres y los hombres trabajadores, pobres, sin tierra, las personas con discapacidad, las mujeres comunitarias, los niños y niñas y las comunidades vulnerables deban ocupar un lugar central en una transición profunda y justa. Los beneficios de la transformación socioecológica deben compartirse equitativamente.
  2. Justicia social: La justicia climática es justicia social. Debemos confrontar toda forma de discriminación y opresión relacionadas con la raza, la clase, el género, el sexo y la edad para lograr la justicia social y climática.
  3. Vida ecocéntrica: Vivir de forma simple, lenta y consciente, de una manera ecocéntrica, que reconozca la santidad de toda forma de vida y nuestras interconexiones, y que permite una ética de respeto y cuidado.
  4. Democracia participativa: Toda política relacionada con el clima y una transición profunda y justa debe estar informada por las voces, el consentimiento y las necesidades de todas las personas, sobre todo aquellas que enfrentan daños.
  5. Propiedad socializada: En lugares de trabajo y en las comunidades, el poder de las personas debe expresarse a través de la propiedad y el control democrático, como los servicios públicos democráticos, las cooperativas, la colectivización, los bienes comunes y la planificación participativa, incluyendo la presupuestación participativa en pueblos y ciudades para garantizar una gestión colectiva de los sistemas y bienes comunes que posibilitan la vida.
  6. Solidaridad internacional: La lucha de todas las personas es una lucha compartida para sostener la vida. En el contexto de empeoramiento de los impactos climáticos, la solidaridad internacional es fundamental para una transición profunda y justa, ya que esta sirve para unir a todas aquellas personas que luchan por la emancipación y por un mundo post carbono.
  7. Decolonialidad: La dominación colonial, neocolonial e imperial nos está llevando a la extinción. Esta se basa en el culto al extractivismo, la tecnología, las finanzas, la violencia y los mercados. Nos desvincularemos activamente de este sistema al afirmar una relación emancipadora entre seres humanos y naturaleza no humana enraizada en nuestra historia, cultura, conocimientos y en la lucha más amplia de las y los oprimidos del planeta Tierra.
  8. Justicia intergeneracional: Es fundamental cuidar de nuestros bienes comunes y ecosistemas planetarios para la justicia intergeneracional y garantizar que nuestros niños, niñas y jóvenes, y quienes no han nacido todavía tengan un futuro.

 

Descarga el material didáctico: Visión y valores en acción.

____________________________

3 Poeta, filósofo y activista uruguayo. En: Galeano, Eduardo (2009). El derecho al delirio, Patas arriba: La escuela del mundo al revés, Siglo XXI Editores (octava reimpresión), México, p 342.
4
Antropóloga, educadora, directora de museo y presidenta de universidad estadounidense.
5 “Dreams”. De The Collected Poems of Langston Hughes, publicado por Alfred A. Knopf/Vintage. Copyright © 1994 por el Estate of Langston Hughes.
6 Escritora afroamericana, educadora y artista de la palabra hablada. Citación original aquí
7 Arundhati Roy, La pandemia es un portal. La Jornada, 13 de abril de 2020
8 https://www.nodo50.org/codoacodo/abril2009/vandana.html. Vandana Shiva es descrita como «académica india, activista medioambiental, defensora de la soberanía alimentaria, ecofeminista y autora antiglobalización». Este conjunto de principios, resumidos de sus libros, presenta una filosofía y una visión general como una base rica para el activismo.
9 Paráfrasis de https://www.uhn.ca/Research/Research_Institutes/The_Institute_for_Education_Research/Events/Documents/Care-Manifesto-Readings.pdf. Esta visión y este manifiesto circularon ampliamente cuando el «cuidado» surgió como agenda política central en 2020, durante la pandemia del COVID. Esta versión abreviada da una idea de los principios y la práctica que constituyen su centro.
10 https://www.themixedspace.com/7-principles-of-zapatismo-to-consider-in-community-building/. Este ejemplo procede de un movimiento de resistencia en el estado mexicano de Chiapas en 1994 y se basa en la historia profunda de los antepasados para guiar la construcción de la comunidad.
11 https://cjcm.org.za/about. Se trata de una alianza sudafricana de la sociedad civil progresista, las comunidades religiosas, los movimientos sindicales, los sectores de la justicia medioambiental/climática y del agua, formada para fomentar una realineación de las fuerzas de la justicia climática.
12 Activista estadounidense por los derechos civiles. Discurso en la escalinata de mármol, Lincoln Memorial, Washington DC (28 de agosto de 1963)

Licencia

Icono para la licencia Dominio público

Esta obra (Tema 2: Imaginemos el futuro que queremos por JASS Power Guide) no tiene restricciones de copyright conocidas.