23
Él caminó hacia la habitación de la chica rápidamente, era claro que ella no se había molestado en ponerle seguro a la puerta. A pesar de ello, no había nadie allí. Abrió inmediatamente la puerta, dejando entrar una corriente de aire en el cuarto. En el interior, estaba colgado un cartel en la pared que se agitaba ruidosamente.
― “… ¿Por qué? ¿Por qué tenía que salir justo ahora?” Le había dicho quedarse quieta, incluso aunque no tuviera nada que hacer—sin darse cuenta, sintió ganas de gritarle obscenidades.
Dicho esto, se dio cuenta de que no tenía sentido haber dicho lo que dijo. Sin importar lo que le dijera ella se olvidaría de todo.
Dejando escapar un largo suspiro, Matsuda Yasuke bajó su mirada hacia sus manos. Éstas aún permanecían completamente cerradas como puños. Sin importar cuántas veces tratara de relajarlas, era imposible. Había perdido la sensación en ellas mucho antes, aún podía sentir el cuello de Murasame Soushun apretado entre sus manos.
Los adoloridos ojos rojos de Murasame cruzaron su mente repentinamente. Apretó aún más sus puños como si sus manos todavía tuvieran envuelto el cuello del chico, sofocándolo.
— “¿Por qué… tenía que salir en este momento…?” Susurró en un tono mucho más débil que antes mientras dejaba la habitación.
Salió del dormitorio y pronto Matsuda se encontró dirigiéndose hacia el edificio de biología en el distrito este. Si él fuera ella estaría allí. No habría otro lugar al que iría una chica que se había olvidado de todo.
Ni siquiera era pleno verano pero ya la parte de atrás de la camisa sucia de Matsuda estaba empapada en sudor. Cubierto de transpiración, se sintió tan pesado como el plomo. Debería haberle tomado cerca de diez minutos llegar al edificio de biología en un día normal, pero esta vez le tomó por lo menos el doble de la cantidad de tiempo.
Incluso así, Matsuda se las arregló de alguna forma para llegar al edificio. Como un juguete de cuerda, estaba subiendo los escalones de la escalera con un extraño y torpe anadeo. En pocos minutos estaba de pie frente al centro de investigación de neurología.
Tomó una respiración profunda y bruscamente abrió la puerta.
Miró hacia el interior de la habitación con esperanza.
Sin embargo, allí no había nadie.
Todavía era demasiado pronto para desanimarse por esto pero una sensación incómoda lo agitaba.
¿Qué pasó aquí?
No lo habían ocultado bien, había rastros de vandalismo allí, en el escritorio, en la cama, por todo el laboratorio.
No me digas…
Su expresión cambió cuando se apresuró hacia la cama. Algo debajo de ella se movió, como si hubiera anticipado sus acciones.
― “¡¿Quién está allí?!” Instintivamente elevó su voz, se agachó y levantó la sábana…
Vio una chica bajo la cama.
Matsuda sintió su ansiedad mitigarse con algo de alivio. Pero al momento siguiente, ese alivió desapareció. Matsuda vio el colchón ser arrojado al aire. Flotó a través del aire, luciendo más ligero de lo que realmente era y de pronto comenzó a girar con un movimiento vertiginoso. Después de girar por una inconcebible cantidad de tiempo finalmente cayó al suelo, como si la gravedad hubiera recordado su existencia. La sábana, aún en la mano de Matsuda, flotó y rozó ligeramente su nariz para luego caer hasta el suelo.
Un profundo gruñido resonó a través de la habitación.
Después de que el gruñido se detuviera, Matsuda escuchó una voz, o más precisamente, escuchó una risa.
― “¡Ajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja!” Al otro lado de la cama se encontraba de pie la chica de antes. “Wow, hablando de buenos reflejos. No esperaba que fueras tú el que estuviera aquí, pensé que se trataba de la otra chica estúpida. Esa chica de antes tenía una estúpida sonrisa enlucida en su rostro, y todos los chicos que he visto hasta ahora en este lugar parecen sonreír como si estuvieran locos, pero quizás su apariencia era lo suficientemente magnífica para hacerlo un poco atractivo.”
― “¿T-Tú…?”
― “Esa chica estaba tratando de darle instrucciones a él, incluso si era en una forma extraña, y ese tal Matsuda le hizo preguntas como si la estuviera ignorando. Él solo quería escuchar sobre esa chica. Él quería saber tanto de ella que era insoportable. Estaba tan fascinado por ella. Miraba su cuerpo una y otra vez como si quisiera lamérselo todo. Entonces, naturalmente, no es de sorprenderse que su ‘amiguito’ estuviera todo excit–”
― “… ¡Por el amor de Dios!” Matsuda golpeó repentinamente la cama a su lado, un estruendo metálico hizo eco por todo el laboratorio.
― “Oh cielos, cielos, cielos. ¿Estás enfadado?” La chica continuó sonriendo todo el tiempo. “Pero soy yo la que quiere estar enfadada… Oye, ¿por qué no estás mirando el rostro adorable de Enoshima Junko como si fueras un demonio lleno de lujuria? ¿Por qué? Dime, ¿no estás excitado?”
Cuando escuchó sus palabras, Matsuda recordó algo.
― “… ¡Lo sabía, realmente eres rara!”
― “¿Lo soy? Pero verás, esto realmente es muy raro para mí.”
― “…Esa es tu verdadera personalidad, ¿no?”
― “Espera… Retira esos comentarios sobre mi personalidad…” Enoshima rápidamente cambió su tono de voz a uno ofendido. “Seguro estás haciéndolo sonar como si yo hasta ahora estuviera fingiendo inocencia… Me he asegurado de mantener por lo menos un aspecto de mí que siguiera siendo el mismo. De esa forma tú sabrías que se trata de mí sin importar quién sea. Aun así, ya que me aburro con facilidad, casi me quedé dormida cuando tomaste una personalidad tan sentimental. Incluso así, eso–”
― “¿Cuál es tu propósito?” Matsuda interrumpió a Enoshima con una pregunta. Su expresión cambió a una mirada penetrante.
― “…Oh, ¿estás poniéndote serio? No pierdes tu tiempo hablando con la muy famosa Reina de la Conversación, es como si estuviéramos en una batalla saiyan[1], ¿verdad?”
“¡Solo respóndeme!” Frustrado, Matsuda levantó su voz furiosamente. “¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Qué es lo que estás tratando de hacer?”
Enoshima inclinó ligeramente su cabeza hacia un lado.
― “Nada en realidad. No quiero hacer nada.”
― “… ¿Qué?”
― “Es muy tarde, no voy a hacer nada. No haré absolutamente nada, tengo a todo el mundo haciéndolo por mí. Chicos como los del consejo estudiantil, el director, el comité directivo… Y también esa chica, a la que adoras completamente… TOOOOOOODOS están corriendo en la palma de mi mano, haciendo mi trabajo.”
Al escuchar eso, el rostro de Matsuda se enrojeció en penumbra.
― “¿Ya lo sabes? ¿Lo que estoy haciendo…?”
― “¿Qué estás diciendo?” Enoshima levantó su cabeza, Matsuda bajó la mirada hacia ella. “He sabido lo que estás haciendo por mucho tiempo… Has estado haciendo exactamente lo que tenía planeado que hicieras, así que, ¿qué estás diciendo? Oye, ¿no me lo dirás?”
Matsuda apretó su mandíbula ante sus palabras. Viendo esto, Enoshima se estremeció con una expresión de éxtasis en su rostro.
― “Ejem… La cara de Matsuda-kun seguramente se ve asombrosa justo ahora. Ese rostro inducido en desesperación que estás mostrándome, me gustaría verlo más. ¡Vuélvete más y más y más y más inducido en la desesperación!”
― “Jó…dete…” La cara de Matsuda se contorsionó debido a la rabia.
Mirándolo, Enoshima resopló y rió entre dientes, colocó sus manos detrás de su espalda mientras inspeccionaba casualmente sus alrededores.
― “Continuando… Matsuda-kun, ¿qué es lo que planeas hacer a partir de ahora?”
― “… ¿A qué te refieres?” Respondió inmediatamente.
Enoshima repentinamente alcanzó y tomó la muñeca de Matsuda.
― “Oh no, tu mano está herida. Fuiste rasguñado, ¿verdad? Luce doloroso. ¿Debería darle un beso para que mejore?”
Matsuda trató rápidamente de apartar su mano pero Enoshima lo sujetó con fuerza.
― “Veamos, estos rasguños fueron causados por otro chico, ¿no? Parece que seguramente era un estudiante prodigio. Pero estaba terriblemente enfermo, y cuando te hizo esta herida probablemente estaba prostrado en la cama debido al shock, ¿verdad?”
― “¿Cómo… sabes eso…?”
― “No lo sé, solo lo entiendo. Porque todo era parte de mi plan.” Enoshima acercó su cara hacia el pálido rostro de Matsuda y sonrió locamente. “¡Upupupu, te tengo, solo bromeaba!” Soltó su mano y una vez más miró sus alrededores. “Aunque, estoy segura de que hay una existencia que quieres proteger. Es cierto, esto es inquietantemente similar a esa cosa relacionada con tu madre, debes sentirte horrible, lo siento… Oh, hablando de tu madre, no puedo evitar sentir que Otonashi Ryouko-chan luce justo como ella… Sabes, tienen la misma atmósfera y demás… Me pregunto si comparten alguna clase de conexión o similitud entre ellas. ¿O quizás tú eres la conexión? No sé si es intencional o no, pero es genial que tu amiga sea tan olvidadiza, justo como tu madre. Tengo que decir que parece que los chicos de hoy realmente están metidos en los gustos MILFs[2], especialmente tú pareces del tipo de MILFs que se olvidan de su propio miserable pasado…”
Cuando se volvió hacia Matsuda, Enoshima lo miró persistentemente. Felizmente se balanceaba, caminando alrededor de él una y otra vez.
― “Ese es el motivo por el cual quieres protegerla bien esta vez. Lo entiendo, sientes lástima por ella… Incluso así, estás preocupado. Estás increíblemente preocupado. Eso es lo que parece después de lo que he estado escuchando…” Enoshima se detuvo frente a Matsuda, mirándolo con más intensidad. “De verdad, ¿qué planeas hacer ahora?”
Matsuda abrió su boca, tratando de encontrar las palabras adecuadas que decir, solo para encontrarse cerrándola otra vez. Sus pálidos labios temblaban un poco pero solo podía devolverle la mirada a Enoshima. Ella parecía que estaba esperando su reacción y comenzó a caminar tranquilamente de nuevo.
― “Supongo que no lo puedo evitar, querido. Solo pensaré sobre esto un poco más…” Sin embargo, inmediatamente después de decir eso dejó de caminar. “… ¡No te hagas la idea equivocada!” Le gritó mientras su rostro se envolvía en un rojo brillante lleno de vergüenza. “R…Realmente… no me importa si no te importa… Aun así, depende de mí, aunque soy poco confiable… ¡N-No puedo dejar las cosas como están!”
Él no entendía el por qué.
Enoshima cambió su personalidad sin contexto alguno, Matsuda no era capaz de seguir el hilo de la conversación. Ella no le prestó atención a su reacción y comenzó a caminar otra vez como si nada hubiera pasado.
― “Bueno, SÉ QUE DIJE que tenía que pensar esto un poco, pero realmente solo hay una forma en la que pueden resultar las cosas…” Enoshima rodeó con sus pasos a Matsuda mientras él la seguía con su mirada y ella continuó con un tono muy directo. “…Es Kamukura Izuru. Sin importar qué suceda, él terminará con la culpa. Él huyó, y eso está bien debido a que él es la causa del incidente al que ellos llaman El Peor y más Grande Incidente en la historia de la Academia Pico de la Esperanza. En ese caso, debería ser fácil arreglar el problema del presidente del consejo estudiantil y el de los tipos del comité directivo. Ellos van a tratar de cubrirlo todo otra vez de cualquier forma.”
Al escuchar sus palabras, Matsuda murmuró en su mente, “Lo sabía. Incluso si ese chico dijo que lo que pensaba era verdad, eso significa… Que todo tiene menos y menos sentido.”
― “Solo dime… ¿Qué intentas lograr…?” Preguntó Matsuda.
― “¡¡Ya lo sabes!! Te lo dije antes, ¿no? ¡No estoy tratando de hacer nada!” Gritó en un tono de voz agudo, y entonces se rió. “Solo estoy dejando ser esta interesante fiesta de té. He tenido suficiente de interrumpir las cosas. Justo ahora, solo estoy existiendo como un personaje secundario, ¡no haré nada más!”
No sabía si sus palabras se trataban de sus verdaderos sentimientos sobre el tema. Sin importar cuánto se repitiera, probablemente nunca lo sabría. Al menos eso fue lo que entendió Matsuda de todo esto.
― “Bueno, al final todo depende de ti. Realmente no me importa lo que hagas con esta situación… Sí, haz lo que quieras. Debido a que aceptaré cualquier final al que lleguemos.” Enoshima dejó de caminar. Se paró frente a Matsuda y se giró ante el chico formulando otra pregunta. “Así que, ¿qué vas a hacer? Todo depende de si irás con la corriente o no, ¿verdad?”
Aunque Matsuda había entendido lo que ella estaba diciendo, tenía que preguntarle algo.
― “… ¿Sabes en dónde se encuentra ese tal Kamukura?”
― “Nop, ni idea.” Enoshima rápidamente sacudió su cabeza. Matsuda frunció el ceño.
― “Pero dijiste que Kamukura tendría la culpa y nada–”
― “¡Solo relájate! ¡Todo se aclarará pronto!” Lo interrumpió con una voz aguda. “Sé dónde están los tipos que saben dónde está Kamukura y lo que están haciendo. ¡Pronto también sabré dónde está él!”
― “¿El comité directivo…?”
― “¡Ding dong, eso es correcto!” Anunció Enoshima con una actitud engreída. “Si llegas a escuchar algo de ellos, entonces debería ser fácil descubrir el paradero de Kamukura.”
― “…Pero, incluso si lo hicieran, eso no significa que yo sabré en dónde está, ¿verdad?”
Enoshima continuó con una actitud engreída pero su voz se volvió más profunda.
― “…Es correcto. No significa eso…” En ese momento, la expresión de la chica desapareció y su rostro quedó muerto, como si hubiera perdido el interés en todo. “Pero quizás ese no sea un gran problema… Digo, si esos tipos no lo dicen entonces eso solo significa que el paradero de Kamukura sigue desconocido, tu plan fallará y yo estaré arruinada. Eso es todo lo que pasará, así que no le prestes mucha atención…”
Mientras murmuraba en una voz monótona, Enoshima se giró hacia la ventana y caminó hacia ella. Sus ojos estaban llenos de melancolía al apoyarse contra la ventana y fijaba su mirada al exterior. El laboratorio tenía una vista que daba al patio del distrito este y el desfile de la escuela.
― “…Estás hablando como si no importara que yo fallara.” Matsuda levantó su voz en un tono desconcertado y miró la espalda de Enoshima.
― “Porque no importa.” La chica continuó mirando por la ventana y rió distraídamente. “En privado, siempre pensaría algo entre líneas como lo maravillosamente desesperante que sería ponerle fin a algo tan insignificante como lo son los peces pequeños…”
Ella dijo cosas que nunca quiso decir, sus palabras eran un reflejo de los verdaderos sentimientos que yacían en su corazón. Entonces eso quiere decir–
― “…Realmente eres rara.”
― “¡Ah, sí, sí! No te gusta eso, ¿verdad?” Enoshima le regresó la mirada y tenía una sonrisa inocente en su rostro que hacía parecer como si él estuviera equivocado.
Ella tenía el rostro de un demonio por un momento y al siguiente sonreía como un ángel. Aunque no intentaba hacer ninguna de las dos. Es por eso que él continuó temblando mientras hablaba con ella. Se sentía más que exhausto.
― “Así es, por el bien de esa chica es que no puedes perder.” Su sonrisa pura e inocente permanecía en su rostro. Enoshima giró y caminó silenciosamente hacia Matsuda. “Upupu. De verdad eres alguien que cree en el amor verdadero. Estás preparado para luchar por tu amada. Apuesto que cuando hicieron la frase ‘el amor te hace ciego’ estaban pensando en ti… Ah, aunque eso no significa que hagas cosas estúpidas, por lo que estoy agradecida. Estás destinado a pasar una eternidad con esa persona, así que te lo agradezco desde lo más profundo de mi corazón.”
Enoshima siguió avanzando hacia Matsuda y no se detuvo hasta que las puntas de sus pies se tocaron. Entonces, le susurró algo gentilmente.
― “Hazlo lo mejor que puedas, Matsuda-kun. Porque eso es lo que espero de ti. Vence la desesperación en tu rostro y deja que la esperanza gane, una victoria brillante… Porque eso es lo que espero que suceda.”
Al susurrar eso tranquilamente, Enoshima se inclinó hacia él hasta que sus rostros estuvieron a punto de tocarse. Y entonces, se inclinó aún más.
Al siguiente momento, sus labios se tocaron.
Matsuda no se apartó. Estaba desconcertado pero se rindió y solo aceptó la situación.
Era un beso vicioso, largo, entrelazado y violento.
Después de un tiempo que fue demasiado largo para ser descrito por una sola palabra, Enoshima finalmente se separó. Momentos después del beso ella se alejó de él y en completo silencio caminó hacia la puerta del laboratorio.
― “… ¿A dónde vas?” Preguntó Matsuda mientras se limpiaba la boca.
“Mm, como recompensa por el beso estaba pensando en echarte una mano.” Dijo riendo Enoshima, pero se detuvo rápidamente.
Espera.
No te molestes en hacer eso.
Pero su boca no pudo articular. No, no era solo su boca, todo su cuerpo se sentía entumecido y estaba inmóvil.
― “Upupu. Parece que también fuiste atrapado por algo tan clásico, Matsuda-kun…”
Mirando al congelado Matsuda, Enoshima parecía una niña que había obtenido un adorado juguete nuevo. Estaba sonriendo, abrumada por la alegría.
― “¡Sabes, los labiales son algo peligroso! ¡Mi labial, por ejemplo, fue contaminado con veneno! ¡Jajaja, veneno! ¡Suena tan clásico, tan nostálgico! Ah, pero no te preocupes. ¡No es nada que atiente con tu vida!”
Enoshima se balanceó felizmente alrededor de un rígido Matsuda. Sabiendo que su plan había funcionado, mostró orgullosamente su alegría. Finalmente dejó de balancearse frente a él.
― “¡Ahora, debería darte una advertencia final!” Enoshima cambió repentinamente su expresión a una seria, como un boxeador momentos antes de que sonara la campana. “Sabes, en este escenario, solo puedes tomar una decisión, Matsuda-kun. Así que piénsalo cuidadosamente, preocúpate por ello y elige la opción que creas correcta. Esperanza o desesperación… Las opciones son tan diversas y todavía, sorprendentemente, tan intrincadamente conectadas. De todas maneras, piénsalo muy bien… Um, piensa… Ah, esto no es bueno. Ahora estoy cansada. Me pregunto si es que esta conversación es tan tediosa… Bueno, como sea. En cualquier caso, esto es todo por nuestra conversación de hoy… Adiós.”
Ella le puso un fin a la conversación unilateral que había comenzado. Enoshima se tambaleó fuera del laboratorio.
¡ESPERA!
A pesar de gritarlo, ningún sonido salió de la boca de Matsuda.
El chico permaneció de pie, paralizado. Esperando que sus sentidos regresaran a su cuerpo.
[1] Referencia a la raza alienígena «Saiyajin» de la serie Dragon Ball.
[2] MILF: Acrónimo de Mom I’d Like to Fuck que se traduce literalmente como ‘Mamá que me cogería’ o ‘Mamá que me tiraría’ e incluso ‘Madre que me follaría’. Hace referencia a las mujeres de edad madura que son sexualmente deseables y atractivas.