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— “No entiendo a esta chica en absoluto.”
Madarai Isshiki se murmuraba a sí mismo mientras iba corriendo. No era que no estuviese siendo cuidadoso, era justo lo opuesto de eso. Ni siquiera había cruzado por su mente que ella pudiese huir. Pero pensándolo otra vez en este momento, es natural que ella tomara esas acciones.
Dicen que una rata acorralada morderá al gato pero en realidad es dudoso que alguien alguna vez haya visto a una rata morder a un gato. Aún si ésta estuviese en verdad lastimada o moribunda, no se quedaría sólo sin moverse mientras está acorralada, correría por su vida. Puesto que la rata tiene ‘sus ojos en la meta’ en ese sentido.
Es lo mismo para esa chica corriendo frente a él. Está corriendo porque tiene sus ojos en su propia meta.
— “… Entonces, si la atrapo, será el fin.” Sonrió cruelmente. Tenía el rostro de un cazador persiguiendo a su presa.
Después de alcanzarla, le sacaré toda la información que tenga sobre «ese incidente» a golpes.
El Peor, más grande incidente en la Historia de la Academia Pico de la Esperanza.
Madarai odiaba ese incidente y a todos aquellos involucrados en el incidente con una abrasadora pasión. Ahora, Madarai tenía un profundo impulso de vengar lo que había pasado en el incidente. Al final, la oportunidad de hacerlo estaba finalmente a su alcance.
Había recibido información de un sospechoso informante tan sólo unas pocas horas antes. Enoshima Junko, una chica que sabe lo que pasó, aparecerá en la Plaza Central. La posibilidad de que fuera una trampa era alta, pero él estaba dispuesto al riesgo. Aún si fuese una trampa, al menos podría arreglárselas para ver quien había puesto la trampa. Esa era su forma de pensar de todos modos.
Los vengaré sin duda.
Para que pueda protegerlos, voy a vengarlos.
Había una chispa en los ojos de Madarai. Tan pronto como sus ojos localizaron al objetivo corriendo frente a él, aumentó su velocidad radicalmente. Su largo cabello volaba detrás de él mientras la distancia entre él y su objetivo se reducía. En muy poco tiempo, estuvo en el punto donde si estiraba su mano sería capaz de alcanzarla.
Este es el fin.
Pisó duramente sobre su pie derecho y lanzó su largo brazo derecho tan lejos como este pudiese llegar. Las puntas de sus dedos rozaron levemente el cabello de ella, sólo por un momento.
Fue entonces, mientras su mano rozaba su cabello de repente éste cambió de dirección.
Sorprendido, perdió su equilibrio. Ella había calculado perfectamente su oportunidad para cambiar de dirección.
— “…… ¡Tch!” Madarai chasqueó su lengua roja, enderezó su postura y comenzó a correr tras su objetivo una vez más. Sin embargo, de inmediato notó que la chica frente a él parecía estar corriendo de manera extraña.
— “…. ¿Qué…. es eso?…..” Mientras su objetivo iba corriendo, estaba escribiendo algo en su diario. “¿Uh…?”
¿Está escribiendo mientras corre?
Eso es imposible, no puede ser.
La mente de Madarai estaba poco más que confusa. Era incapaz de entender ese comportamiento en absoluto. La idea de que ‘el objetivo no tiene otra opción más que huir’ era en sí inesperada.
¿Esa chica no es solo una rata intentando escapar?
¿Ha pensado en diferentes maneras de escapar?
Era posible que fuesen simples engaños. Desde el inicio que comenzaron a correr, ella podría estar usando su precaución para aumentar la brecha.
No, no importa cual sea la razón, él no tenía tiempo para pensar en ello.
Para vengar el Peor, más grande incidente en la Historia de la Academia Pico de la Esperanza. Con una intensa motivación él no tenía tiempo que perder. Madarai incrementó furiosamente su velocidad y estuvo una vez mas lo suficientemente cerca para atrapar a su objetivo.
Esta vez, realmente es el final.
Lanzó su brazo derecho otra vez y la agarró desde su punto ciego.
No, la única cosa que atrapó fue aire. Una vez más, su objetivo esperó hasta el último segundo y de repente giró, y corrió en otra dirección. Incapaz de detenerse por el impulso extra, Madarai vio un árbol enorme frente a él en la oscuridad. Rápidamente propulsó sus manos delante de él y la áspera corteza del árbol se clavó en ellas.
¡Qué demonios!
Madarai eligió una dirección, pateó el suelo y aceleró. Rápidamente estuvo otra vez lo suficientemente cerca del objetivo para tocarlo, una vez más se estiró sin embargo, el objetivo evadió la mano y huyó.
¿No puedo atraparla?
Madarai se hizo consciente de eso por primera vez. Aunque, no sabía las razones del por qué. Primero, ella estaba mirando su diario todo el tiempo mientras corría, ¿cómo era capaz de ver la mano detrás de ella? En cualquier caso, él la había alcanzado todas las veces con una perfecta coordinación.
Ella debería haber sido totalmente ajena de cualquier movimiento detrás de ella. No, no es eso. No debería haber tenido la habilidad de ser capaz de ver cosas detrás de ella.
Es casi como si ella supiera lo que pasará antes de que suceda.
— “Tienes que estar bromeando…” Sacudiendo sus pensamientos, Madarai comenzó a correr a toda velocidad una vez más.
Rápidamente alcanzó su objetivo una vez más, ella dejó su punto ciego abierto y entonces él se estiró otra vez. Estaba casi tocándola hasta que otra vez eludió su mano y huyó. Pero, fue casi como si ella lo hubiera anticipado. Madarai la imitó y revirtió su movimiento en cuanto ella lo hacía. Con ambas manos abiertas, saltó hacia el objetivo. Utilizando sus dos manos la abordó.
¡Esta vez te tengo!
Es decir, el objetivo desapareció por completo.
— “… ¿Qué?”
Era como si estuviera leyendo los movimientos de Madarai y luego los evadía. Con una coordinación perfecta se había agachado sobre su cintura y agazapado como una tortuga.
Había dejado que Madarai la saltase por encima. Torpemente, Madarai cayó sobre la dura tierra frente a él. Tumbado en el césped se encontró incapaz de moverse por un breve tiempo. No sintió ningún dolor sin embargo, estaba en cierto modo herido.
— “Qué… demonios…”
Finalmente Madarai se obligó a sí mismo a levantarse del césped. Miró alrededor por su objetivo, con su largo cabello hecho un desastre. Se las arregló para obtener un vistazo de su espalda haciéndose más pequeña en la distancia. Mientras la miraba en la distancia Madarai se masculló a sí mismo con un tono incrédulo.
— “…Por el amor de Dios, por favor no me digan que es una clarividente o algo.”