La reconstrucción de las experiencias en nuestro cerebro utiliza muchos recursos, incluyendo la energía y el material biológico. Sin embargo, estos recursos son limitados, al igual que el espacio disponible para el cerebro (Bullmore y Sporns, 2012). Debido a que el aprendizaje es un proceso biológico tiene, por tanto, estas limitaciones fisiológicas (espacio y recursos). En otras palabras, en un momento dado, tenemos un suministro limitado de energía y materiales biológicos (por ejemplo, para hacer y alterar conexiones) a nuestra disposición y esto puede afectar la eficacia de nuestro aprendizaje. «El suministro de energía del cerebro limita la velocidad máxima a la que el cerebro puede computar» (Attwell y Gibb, 2005). Además, nuestra cabeza no se expande a medida que aprendemos – o, de lo contrario, sería muy difícil mantenerse de pie. Por lo tanto, nuestros cerebros tienen que priorizar lo que aprendemos y lo que almacenamos en nuestra memoria. Como resultado, la mayor parte de la información que nuestro cerebro encuentra se filtra y se pierde.
¿Cómo se relaciona esto con el aprendizaje de los estudiantes? El aprendizaje implica hacer y alterar las conexiones fisiológicas en el cerebro. Al tener recursos limitados, habrá momentos en que los estudiantes estén motivados, haciendo un esfuerzo, pero sus sistemas cognitivos no son capaces de ir más allá – son luchas a nivel fisiológico. En ciertos momentos, los/las alumnos/as pueden ser incapaces de aprender y necesitar un descanso o un cambio de estrategia. Por ejemplo, «el procesamiento cognitivo humano está fuertemente limitado por nuestra limitada memoria de trabajo, que sólo puede procesar un número limitado de elementos de información a la vez» (Sweller, van Merriënboer y Paas, 2019). En Illuminated utilizamos la sigla WARP [1] para destacar algunas barreras comunes en nuestro sistema cognitivo:
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- W es para Memoria de Trabajo (en inglés “Working Memory”) que puede llegar a sobrecargarse. Como resultado, se expulsa la información relevante fuera de la memoria de trabajo antes de poder consolidarla.
- A es de Atención que puede distraerse o agotarse. Si no estamos prestando atención, la información no entra en nuestro sistema de memoria de forma recuperable, o está codificada de forma deficiente.
- R es para Recuperación (o acceso a la información de nuestra memoria). Sin práctica, nuestros recuerdos a largo plazo se vuelven inaccesibles ya que las rutas de recuperación pueden decaer o quedar enterradas bajo rutas alternativas (lo que se denomina interferencia).
- P es para Conocimiento Previo que a menudo puede ser insuficiente. Nuestro conocimiento previo puede carecer de las pistas necesarias para activar las redes neuronales apropiadas o puede carecer por completo de las redes de conocimiento (por ejemplo, el contenido).
Estas barreras nos ayudan a darnos cuenta de que hay momentos en que los/las alumnos/as luchan por aprender por razones que van más allá de la motivación y la capacidad. También nos ayudan a comprender lo que todos los/las alumnos/as deberían saber sobre sus sistemas cognitivos.
Referencias
- Attwell, D., y Gibb, A. (2005). Neuroenergetics and the kinetic design of excitatory synapses. Nature Reviews Neuroscience, 6(11), 841.
- Bullmore, E., y Sporns, O. (2012). The economy of brain network organization. Nature Reviews Neuroscience, 13(5), 336-349.
- Sweller, J., van Merriënboer, J. J., y Paas, F. (2019). Cognitive architecture and instructional design: 20 years later. Educational Psychology Review, 1-32.
- Atkinson, R. C., y Shiffrin, R. M. (1968). Human memory: A proposed system and its control processes.
- Cowan, N. (2001). The magical number 4 in short-term memory: A reconsideration of mental storage capacity. Behavioral and brain sciences, 24(1), 87-114.
- Norman, D. A., y Shallice, T. (1986). Attention to action. In Consciousness and self-regulation (pp. 1-18). Springer, Boston, MA.
- *Nota que el diagrama de memoria utilizado en los talleres de Iluminación tiene como objetivo facilitar la comprensión tanto de cómo procesamos la información como de las barreras cognitivas comunes al aprendizaje. La estructura del diagrama se basa en modelos de cómo nuestro sistema cognitivo procesa la información, tales como el modelo de memoria de múltiples tiendas (Atkinson y Shiffrin, 1968), el modelo de memoria de trabajo de Cowan (Cowan, 2001), y el modelo de Norman y Shallice (Norman y Shallice, 1986). El diagrama Illuminated amplía estos modelos destacando dónde se producen las barreras al aprendizaje. ↵