¿Sabías que existen prejuicios hacia distintos acentos? Cuando hablas con una persona por primera vez, ¿qué es lo primero que notas? ¿Notas su rostro, su atuendo, sus gestos o tal vez su acento? Muchas veces, nos fijamos en el habla de otras personas y formamos ciertos prejuicios acerca de ellas. Piénsalo así, si eres de Nueva York, ¿cómo percibirías a una persona con un acento británico en contraste a una persona con un acento de Carolina del Sur? Tal vez pienses que la persona con el acento británico es más inteligente, más elocuente o más formal que la persona con el acento de Carolina del Sur. Estos pensamientos surgen debido a los prejuicios que tenemos acerca de los acentos que existen en nuestra sociedad. Como en el inglés, también se pueden ver estos prejuicios con el español. Una persona con un acento de España sería percibida como una persona culta, con más educación y formalidad que una persona con un acento caribeño por un ecuatoriano. Se nos hace más fácil entender a, y confiar en, todos aquellos que tienen nuestro mismo acento. De manera opuesta, como dice Hogenboom (2018), todo acento que no se nos haga familiar, es percibido como una amenaza o como algo de menos valor.

 

Por cierto, los prejuicios también existen en otros temas, tales como la raza, la sexualidad o el género, y si te interesa averiguar más sobre los prejuicios e incluso tomar algunas pruebas acerca de ellos, Project Implicit explica la idea de que no siempre decimos lo que pensamos y que tenemos prejuicios determinados como seres humanos acerca de otros seres humanos.

 

Los acentos en español. Probablemente has notado que diferentes hablantes de español hablan con diferentes acentos. En todos los países hispanohablantes y sus distintas regiones y habitantes, además de léxico y estructuras gramaticales, existe una manera de hablar, o un acento que es característico de ellos mismos. Entonces, si existen diferentes acentos, ¿cuál acento se enseña a las personas que aprenden español como adultos? En español, como en muchos otros idiomas, los libros de texto, y a veces los mismos hablantes de estos idiomas u otros distintos, tratan de enseñar o crear, un español neutro; es decir, un español “estándar” en términos de vocabulario y gramática, y a la misma vez, un español con un acento neutro. Sin embargo, el concepto de un “español neutro” no existe. Existen diferentes “españoles” con sus características específicas y son numerosos los acentos en español. Ya que existen tantos acentos distintos, en algunas ocasiones, es fácil diferenciar entre los diferentes países de los cuales provienen los hablantes. Y como se ha mencionado arriba, los acentos vienen con prejuicios. Al oír un acento mexicano, una persona de Cuba tal vez piense en telenovelas y comida picante, cuando en realidad, no es cierto de todos los mexicanos. Pasa lo mismo con un acento argentino: un mexicano o venezolano puede pensar que son amantes del fútbol y del churrasco cuando no necesariamente es así para todos los argentinos.

 

El español en los Estados Unidos. Dentro de Estados Unidos también existen diferentes “españoles” también. Mucha gente percibe que lxs hablantes de español dentro de los Estados Unidos forman una cultura monolítica que se diferencia de la cultura anglosajona estadounidense. Sin embargo, las comunidades hispanas dentro de Estados Unidos, por ejemplo, la comunidad mexicana en California o la comunidad cubana en Miami, son culturas complejas y distintas una de la otra como cualquier otra comunidad de anglohablantes estadounidense. Todas estas comunidades hispanas forman parte integral de los Estados Unidos aunque mucha gente no considera sus culturas la norma estadounidense. En realidad, no existe una sola cultura estadounidense. Las culturas lingüísticas dentro de los Estados Unidos existen más allá del inglés, ya que hay varias comunidades que hablan otros idiomas (no sólo español) dentro de este país y todas estas personas y comunidades se identifican como estadounidenses y con dicha cultura.

 

Los prejuicios hacia los acentos en inglés. El tema de los acentos y de sus prejuicios como ya se mencionó se observa en Estados Unidos ya en los casos de acentos regionales en inglés, tales como en el caso de un acento de Tejas en contraste a un acento de Boston. Una persona de Nueva York vería con ojos familiares y con más confianza a una persona de Boston, ya que, a pesar de tener acentos distintos, esas personas quedan en un área geográfica más cerca que una persona de Tejas. Otro grupo que siente el impacto de los prejuicios hacia los acentos en inglés son todos los diferentes inmigrantes que llegan desde sus países, tales como los latinoamericanos, africanos, europeos, o asiáticos, y que vienen a los Estados Unidos por razones económicas, sociales o políticas. Muchas de estas personas no hablan inglés como primera lengua, y es por eso que a veces pueden tener un acento distinto a un hablante nativo del inglés. Cuando no se aprende una lengua desde una temprana edad, es difícil tratar de perfeccionarla a una edad más tarde, especialmente con los sonidos, ya que estas personas nunca aprendieron a realizar distintos sonidos que se hacen en inglés una nueva lengua a cambio de sus lenguas nativas. Pasa muy seguido que se oye, “Where are you from originally?”/ ¿De dónde eres originalmente?, cuando una persona con un acento distinto a lo que se consideraría la norma, habla. Se mira muy seguido con hispanoparlantes, al igual que con personas que hablan otras lenguas como el árabe, el portugués o el chino. Además, estas preguntas se les hacen también a aquellas personas que han aprendido el inglés desde la niñez en otra parte del mundo que no sea el hemisferio oeste, tales como los africanos o asiáticos. Ya que estas personas no tienen un acento norteamericano en su inglés, se perciben como diferentes y extranjeros y muchas veces inferiores (hay intentos de “corregir” su inglés), aunque el inglés sea su primera lengua. Estos prejuicios hacia los acentos tienen un impacto serio en el día a día de estas personas que se ven sometidas a ellos. Muchas veces también les afecta negativamente en el área laboral. A menudo se oyen casos de que una persona no es contratada para un trabajo ya que son de diferente color de piel, de otro género o por su acento. En este artículo de The Conversation (2019), se explica en gran detalle el concepto de los prejuicios de los acentos en el área laboral. Simplemente porque una persona tenga un acento, no hace que ésta sea menos competente para el trabajo ni que no vaya a hacer este mismo a su mejor capacidad. Diferentes empresas están tratando de asegurarse de que las entrevistas para posibles candidatos sean mucho más justas y equitativas para todos, con el fin de disminuir el impacto de los prejuicios hacia los acentos.

 

En fin, los acentos nos unen y nos distinguen, pero no nos deberían de separar. Muchas veces nos encontramos con personas que hablan completamente diferentes a nosotrxs mismxs, ya sea en Guatemala, en India, en Taiwán o hasta en los mismos Estados Unidos. Nuestros diferentes acentos nos hacen quiénes somos, y nos dan la oportunidad de poder encontrar a otras personas que hablen igual que nosotrxs y también a gente que es distinta a nosotrxs. A veces, cuando te encuentras en un contexto nuevo y no conoces a nadie, se vuelve más fácil interactuar y hablar con todas esas personas que suenan igual a nosotrxs. Por ejemplo, estás en una cena de trabajo y no conoces a nadie: tú eres de Buenos Aires, Argentina y parece ser que todas las demás personas son de El Salvador, hasta que oyes a alguien hablar con ese mismo acento inconfundible de tu hogar, Buenos Aires. La conexión que nos traen los acentos es una inigualable, ya que nos permite mantenernos en contacto con nuestras raíces a pesar de estar a miles de kilómetros de nuestro hogar. Sin embargo, es importante siempre aprender de personas que son distintas de nosotrxs, en lugar de juzgarlxs. Al interactuar con personas que son distintas a ti, con un lenguaje distinto, con un acento distinto y con una cultura distinta, tú sales más beneficiadx que nunca. Cuando conoces a nuevas personas, logras crecer tú mismo y le das la alegría a dicha persona de la cual estás aprendiendo. Volviendo a lo que dice Hogenboom (2018), “Nuestros acentos pueden proporcionar una ventana a nuestro entorno social, y nuestros prejuicios. Nuestras parcialidades pueden ser tan fuertes que incluso afectan nuestra percepción de quién es o no es confiable.” A partir de esta cita, podemos ver que es nuestra obligación y privilegio ser consciente de nuestros prejuicios y en vez de juzgar, intentar aprender más sobre las personas, sus fortalezas, su cultura y antecedentes, su discurso y su idioma. La próxima vez que oigas un acento distinto recuerda esto e intenta conocer a la persona y a su historia. Nunca sabes de dónde podrías sacar a unx nuevx amigx.

 

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La lingüística hispánica: Una introducción Copyright © 2019 por Ashwini Ganeshan se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional, excepto cuando se especifiquen otros términos.

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