2.5 Constructivismo
Figura 2.6 El trabajo basado en proyectos es una forma de aprendizaje constructivista. Imagen: © Jim Olive, Environmental Protection Agency/Wikipedia, 1972
2.5.1 ¿Qué es el constructivismo?
Tanto la teoría conductista así como algunos elementos de la teoría cognitiva del aprendizaje son deterministas, en el sentido de que se cree que el comportamiento y el aprendizaje están basados en reglas y operan en condiciones previsibles y constantes sobre las que el alumno tiene poco o ningún control. Sin embargo, los constructivistas enfatizan la importancia de la conciencia, el libre albedrío y las influencias sociales sobre el aprendizaje. Carl Rogers (1969) declaró que:
“Cada individuo existe en un mundo de experiencias en constante cambio en el que él es el centro.”
El mundo externo se interpreta en el contexto del mundo personal. La creencia de que los seres humanos son esencialmente activos, libres y se esfuerzan por encontrar el significado en términos personales existe desde hace mucho tiempo, y es un componente esencial del constructivismo.
Los constructivistas creen que el conocimiento es esencialmente de carácter subjetivo, que se construye a partir de nuestras percepciones y en concordancia con las convenciones. De acuerdo con este punto de vista, los nuevos conocimientos se construyen en lugar de que simplemente se adquieren a través de la memorización o por medio de la transmisión de aquellos que conocen a aquellos que no conocen. Los constructivistas creen que el significado o la comprensión se logra al asimilar información, se relaciona con el conocimiento ya existente y se procesa cognitivamente (en otras palabras, piensa o reflexiona sobre la nueva información). Los constructivistas sociales creen que este proceso se logra mejor a través del debate con otros.
Para un constructivista, aún las leyes físicas existen porque fueron construidas por personas desde la evidencia, la observación y el pensamiento deductivo e intuitivo y principalmente, debido a que ciertas comunidades de personas (en este ejemplo, los científicos) han acordado mutuamente lo que constituye el conocimiento válido.
Los constructivistas sostienen que los individuos se esfuerzan conscientemente para que el significado tenga sentido en su contexto en términos de sus experiencias pasadas y su estado actual. Es un intento de crear orden en sus mentes a partir del desorden, para resolver incongruencias, y reconciliar las realidades externas con su experiencia previa. Los medios por los cuales se logra esto son complejos y de múltiples facetas, que van desde la reflexión personal, la búsqueda de nueva información, a cotejar ideas a través del contacto social con otros. Los problemas, y las incongruencias se resuelven a través de estrategias tales como la búsqueda de relaciones entre lo que se sabe y lo que es nuevo, la identificación de similitudes y diferencias, y la prueba de hipótesis o suposiciones. La realidad es siempre tentativa y dinámica.
Una de las consecuencias de la teoría constructivista es que cada individuo es único, debido a la interacción de sus experiencias y su búsqueda de sentido personal, lo que se traduce en que cada persona es diferente de cualquier otra persona. Por lo tanto, el comportamiento no es predecible o determinista, al menos no a nivel individual (que es una característica fundamental que lo diferencia del cognitivismo, que busca las reglas generales de pensamiento que se aplican a todos los seres humanos). El punto clave aquí es que para los constructivistas, el aprendizaje es visto esencialmente como un proceso social, un proceso que requiere la comunicación entre alumnos, con el profesor y con otros. Este proceso social no puede efectivamente ser sustituido por la tecnología, aunque la tecnología puede facilitarlo.
2.5.2 Los enfoques constructivistas para la enseñanza
Para muchos educadores, el contexto social del aprendizaje es fundamental. Las ideas se prueban no sólo por el docente, sino con los estudiantes, compañeros, amigos y colegas. Por otra parte, el conocimiento se adquiere principalmente a través de procesos sociales o instituciones que se constituyen socialmente: escuelas, universidades, y cada vez más en estos días, las comunidades en línea. Por eso, lo que se considera conocimiento “valioso” es aquel construido socialmente.
Los constructivistas creen que el aprendizaje es un proceso dinámico constante. La comprensión de conceptos o principios se desarrolla y se profundiza con el tiempo. Por ejemplo, como un niño muy pequeño, entendemos el concepto de calor a través del tacto. A medida que envejecemos nos damos cuenta de que se puede cuantificar, como -20° grados centígrados si es muy frío (a menos que vivamos en Manitoba, donde -20°C se consideraría normal). Al estudiar la ciencia, empezamos a entender el calor de forma diferente, por ejemplo, como una forma de transferencia de energía, entonces, como una forma de energía asociada con el movimiento de los átomos o moléculas. Cada componente “nuevo” necesita integrarse a conceptos previos y también a otros conceptos relacionados incluyendo otros componentes de la física molecular y la química.
Por lo tanto, los profesores “constructivistas” colocan un fuerte énfasis en que los estudiantes desarrollan su propio significado a través de la reflexión, el análisis y la construcción gradual de capas o profundidades de conocimiento a través del procesamiento mental consciente y permanente. Los seminarios de reflexión, los foros de discusión, el trabajo grupal y los proyectos son los principales métodos utilizados para apoyar el aprendizaje constructivista en la enseñanza presencial (ver en más detalle en el Capítulo 3), y el aprendizaje colaborativo online, y las comunidades de práctica son importantes métodos constructivistas en el aprendizaje en línea (ver Capítulo 4).
Aunque la resolución de problemas se puede abordar de una manera objetivista, predeterminando un conjunto de pasos o procesos validados por “expertos”, también se puede abordar de una manera constructivista. El nivel de orientación del profesor puede variar en un enfoque constructivista para la resolución de problemas desde la ausencia de guía, a proporcionar algunas pautas sobre cómo resolver el problema, o a dirigir a los estudiantes a las posibles fuentes de información que pueden ser relevantes para la solución de ese problema, o a hacer que los estudiantes generen las soluciones particulares. Los estudiantes probablemente trabajarán en grupos, ayudarán a los demás y compararán las soluciones al problema. No habrá una única solución “correcta” al problema, sino que el grupo podrá proponer algunas soluciones mejores que otras, dependiendo de los criterios acordados para resolver el problema.
Se puede observar que puede haber “grados” de constructivismo, ya que en la práctica, el profesor puede también actuar como un par, y ayudar a dirigir el proceso para alcanzar los resultados “adecuados”. La diferencia fundamental es que los estudiantes tienen que trabajar para construir su propio significado, como resultado de constrastar con la “realidad”.
Los constructivistas también consideran a la tecnología para la enseñanza de forma diferente a los conductistas. Desde la perspectiva constructivista, el cerebro tiene más elasticidad, adaptabilidad y complejidad que los actuales programas informáticos. Otros factores propiamente humanos como la emoción, la motivación, el libre albedrío, los valores y el amplio rango de sentidos hacen que el aprendizaje humano sea muy diferente a la forma en la que operan las computadoras. Siguiendo este razonamiento, sería mejor para la educación si los informáticos crearan software como soporte del aprendizaje más reflexivo tal como aprende el ser humano, en lugar de clasificar el aprendizaje humano según las actuales restricciones de la programación informática conductista. Se tratará con más detalle este tema, en el Capítulo 5, Sección 4.
Aunque los enfoques constructivistas pueden ser y han sido aplicados a todos los campos del conocimiento, estos se encuentran más comúnmente en los enfoques de la enseñanza de las humanidades, las ciencias sociales, la educación y otras áreas menos cuantitativas.
Referencias
Rogers, C. (1969) Freedom to Learn Columbus, OH: Charles E. Merrill Publishing Co.
Hay muchos libros sobre constructivismo, pero algunos de las mejores obras originales son de algunos de los primeros educadores e investigadores, en particular:
Piaget, J. and Inhelder, B., (1958) The Growth of Logical Thinking from Childhood to Adolescence New York: Basic Books, 1958
Searle, J. (1996) The construction of social reality New York: Simon & Shuster
Vygotsky, L. (1978) Mind in Society: Development of Higher Psychological Processes Cambridge MA: Harvard University
Actividad 2.5 Definición de los límites del constructivismo
- ¿Qué áreas del conocimiento piensa que se podrían “enseñar” o aprender mejor con un enfoque constructivista?
- ¿Qué áreas del conocimiento piensa que NO se deberían enseñar con un enfoque constructivista?
- ¿Cuáles son sus razones?
Para escuchar mis respuestas a estas preguntas, haga click en el siguiente podcast:
AUDIO – Escuche este podcast en ES
TEXTO – Lea este podcast en ES 2.5
En general, mi preferencia personal es el enfoque constructivista del aprendizaje. Creo que es un enfoque más humanista de la enseñanza y el aprendizaje. Reconocer que los humanos piensan y se comportan de manera diferente a las máquinas.
Al mismo tiempo, reconozco que para algunas áreas temáticas, como la ciencia y la ingeniería, el enfoque es más cognitivista. En este caso, tal vez sea mejor mapear los requisitos con el fin de enseñar estos temas de manera efectiva. Nuevamente, aunque es necesaria cierta flexibilidad, un
enfoque conductista o cognitivista puede funcionar mejor para proporcionar una base necesaria en la ciencia, y especialmente en las áreas científicas claramente definidas y bien establecidas, nuevas áreas de investigación o de sondeo más profundo. En áreas bien establecidas, entonces un enfoque más constructivista de la enseñanza y el aprendizaje puede ser más eficaz.
A veces se define como la diferencia entre saber ciencia y pensar científicamente. Por tanto, depende de sus objetivos y de lo que se proponga lograr como docente.