1.6 Cambian los estudiantes, cambian los mercados de la educación superior

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Figura 1.6.1 Mayor diversidad de estudiantes  – Imagen: © greatinternational students.blogspot.com, 2013

1.6.1 Una mayor diversidad de estudiantes

 Probablemente nada ha cambiado más en la educación superior en los últimos 50 años que los propios estudiantes. En “los viejos tiempos”, cuando menos de un tercio de los estudiantes de las escuelas secundarias continuaban su educación superior, la mayoría procedía de familias que también habían ido a la universidad o al college. Por lo general, provenían de contextos ricos o al menos financieramente seguros. En concreto, las universidades podían ser selectivas, aceptando a los postulantes con los mejores antecedentes académicos, y por lo tanto tenían más posibilidades alcanzar el éxito. El tamaño de las clases era menor y los profesores tenían más tiempo para enseñar y menos presión para hacer investigación. La experiencia en enseñanza era importante, aunque no tan esencial como ahora; los buenos estudiantes estaban en un entorno en el que tenían muchas probabilidades de tener éxito, incluso si el profesor no era el mejor profesor del mundo. Este modelo “tradicional” sigue vigente en la mayoría de las universidades privadas de élite como Harvard, MIT, Stanford, Oxford y Cambridge y unas pocas instituciones de vanguardia. Sin embargo, en la mayoría de las universidades públicas y los colegios comunitarios de dos años de la mayoría de los países desarrollados, esta realidad ya no existe (si es que alguna vez existió).

La base de estudiantes se ha tornado mucho más diversa. Por ejemplo, en la Columbia Británica, aproximadamente dos tercios de la cohorte escolar del Grado 8 de 2007/2008 (67%) ingresaron a la educación pública postsecundaria en otoño de 2014 (Heslop, 2016).  A medida que las jurisdicciones estatales exigen a las instituciones que suban en un 70% la tasa de ingreso a algún tipo de educación postsecundaria (Ontario, 2011), las universidades y colleges deben incluir a aquellos grupos previamente desatendidos, como las minorías étnicas (en particular, afro-americanos y latinos en los EE.UU.), los nuevos inmigrantes (en los países más desarrollados), estudiantes aborígenes en Canadá y estudiantes con inglés como segundo lengua, de esta manera las escuelas públicas del nivel inicial k-12 integran a la diversidad de sus estudiantes. En otras palabras, las instituciones postsecundarias representrán la misma diversidad socioeconómica y cultural que la sociedad en general, en lugar de ser instituciones reservadas para una minoría de élite.

Los gobiernos también están presionando a las universidades a aceptar más estudiantes internacionales que pueden pagar matrícula completa o aún más, lo que a su vez se suma la diversidad cultural y de idiomas. En Canadá, de hecho, el número de estudiantes internacionales presenciales ha incrementado drásticamente en los últimos 20 años. En la University of British Columbia Vancouver en el año académico 2021-2022, de un total de  60.000 estudiantes aproximadamente,  16.804 era de estudiantes internacionales provenientes de  148 países, que constituyen más de un cuarto del total del estudiantado (UBC, 2022).

También veremos que en muchos países desarrollados, los estudiantes universitarios y terciarios son mayores de lo que solían ser y ya no son estudiantes dedicados a tiempo completo al estudio y un poco de diversión (o viceversa). El aumento en el costo de los aranceles y en el costo de vida obliga a muchos estudiantes a tener un trabajo de media jornada, lo que inevitablemente entra en conflicto con los horarios de las clases regulares, incluso si los estudiantes son clasificados formalmente como estudiantes de tiempo completo. Como resultado, los estudiantes necesitan más tiempo para graduarse. En los EE.UU., el tiempo promedio para finalizar una licenciatura de cuatro años es ahora de 5.1 años (Shapiro, et al., 2016).

1.6.2 El mercado de la formación continua

El Consejo de Universidades de Ontario (2012) ha señalado que los estudiantes que NO provienen directamente de la escuela secundaria ahora constituyen el 24% de las nuevas matriculaciones, que a su vez está aumentando más rápidamente que el porcentaje de estudiantes que proviene directamente de la escuela secundaria. Tal vez, más significativo aún sea que muchos graduados están retomando sus carreras para realizar nuevos cursos o programas con el fin de mantenerse actualizados en campos de conocimiento en constante cambio. Muchos de estos estudiantes trabajan jornada completa, tienen familia y desarrollan sus estudios al mismo tiempo que sus otras responsabilidades.

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Figura 1.6.2 Los estudiantes de formación continua conforman un mercado cada vez más importante. Imagen: © Evolllution.com, 2013

Sin embargo, es importante alentar y apoyar económicamente a estos estudiantes que necesitan seguir siendo competitivos en una sociedad basada en el conocimiento. Especialmente, porque las tasas de natalidad están decreciendo y la expectativa de vida va en aumento; en algunas jurisdicciones el número de estudiantes graduados que vuelven para tomar cursos de formación continua pronto superará el número de estudiantes que viene directamente de la escuela secundaria. Por lo tanto, en la University of British Columba en Canadá, la edad promedio de todos sus estudiantes graduados es ahora de 31 años, y más de un tercio de todos los estudiantes tienen más de 24 años. También hay un aumento en la transferencia de estudiantes de colleges de dos años a universidades, y viceversa. Por ejemplo, en Canadá, en el British Columbia Institute of Technology más del 20 por ciento de sus nuevas inscripciones cada año ya tienen un título universitario.

1.6.3 Los nativos digitales

Otro factor que diferencia a los estudiantes de hoy es la inmersión y la facilidad de uso de la tecnología digital y en particular de las redes sociales: mensajería instantánea, Twitter, videojuegos, Facebook y toda una serie de aplicaciones (apps) que se ejecutan en una variedad de dispositivos móviles como iPads y teléfonos móviles. Estos estudiantes están constantemente “conectados”. La mayoría de los estudiantes que llegan a la universidad o al college terciario están inmersos en los medios sociales, y gran parte de su vida gira en torno a estos medios de comunicación. Algunos como Mark Prensky (2001) sostienen que los nativos digitales piensan y aprenden fundamentalmente de manera diferente como resultado de esa inmersión en los medios digitales.

Muchos instructores con demasiada frecuencia ven esa tecnología como una distracción. La escucha atenta es imposible si los estudiantes se desplazan a través de videos o páginas de Facebook. A muchos instructores les gustaría prohibir todos los teléfonos móviles y tabletas de sus clases. Sin embargo, la prohibición de los teléfonos móviles es un intento de negar la realidad de vivir en la era digital. Deberíamos estar educando a nuestros estudiantes en el uso apropiado de la tecnología cotidiana para el aprendizaje y con fines sociales, no tratando de negar la existencia de la tecnología. 

En cambio, deberíamos alentar a los estudiantes a usar sus dispositivos tecnológicos para encontrar, analizar, evaluar y aplicar sus conocimientos. Esto significa darles tareas interesantes en el tiempo de clase que requieren el uso de sus teléfonos. Sí, probablemente usarán su dispositivo para enviar mensajes de texto a otros estudiantes, pero eso también se puede usar para el trabajo en grupo y el aprendizaje social. En particular, los teléfonos móviles se pueden usar para apoyar el aprendizaje de habilidades de nivel superior, como la resolución de problemas y el pensamiento crítico.

Lo que implica proporcionar criterios y procedimientos a los estudiantes que faciliten su aprendizaje, y también comprender cuando necesitan desconectarse de sus teléfonos y apagarlos. Estas son habilidades y conocimientos que son esenciales para la vida en la sociedad actual y es irresponsable que el sistema educativo ignore tales necesidades. Los estudiantes esperan usar los medios sociales en todos los demás aspectos de su vida. ¿Por qué su experiencia de aprendizaje tiene que ser diferente? Vamos a explorar más a fondo este aspecto en la Sección 6 del Capítulo 8.

1.6.4 Del elitismo al éxito

Muchos de los profesores con más antigüedad añoran los viejos tiempos cuando eran estudiantes. Aún en los años 60 cuando la Robbins’ Commission recomendó la expansión de las universidades en Gran Bretaña, sus autoridades afirmaban que “más era menos”. Aunque el ideal Socrático de profesor de las universidades públicas de transmitir conocimientos a un pequeño grupo de estudiantes dedicados bajo un árbol de tilo ya no exista. Tal vez sea posible a nivel de posgrado, sin embargo es poco probable que se pueda volver a aquellas instituciones públicas de educación postsecundaria. La masificación de la educación superior, para el espanto de los tradicionalistas, abrió la academia hacia su decadencia. Sin embargo, la masificación de la educación superior es necesaria tanto por cuestiones económicas como de movilidad social.

Las implicaciones de estos cambios en el estudiantado son profundas tanto para la universidad como para la enseñanza universitaria. Hace un tiempo, los profesores de matemáticas alemanes solían enorgullecerse de que sólo el 5-10% de sus estudiantes aprobaban sus exámenes. El nivel de dificultad era tan alto que sólo pasaban los sobresalientes. El pequeño porcentaje de aprobación mostraba lo rigurosa que era su enseñanza. Era responsabilidad de los estudiantes no de los profesores alcanzar el nivel requerido. Este puede ser aún el objetivo de los estudiantes de investigación de nivel superior, sin embargo hoy en día las universidades tienen un propósito algo diferente y que consiste en garantizar, en la medida de lo posible, que el mayor número posible de estudiantes universitarios se gradúen adecuadamente calificados para la vida en una sociedad basada en el conocimiento. No podemos darnos el lujo de descartar el 95% de los estudiantes, ni ética ni económicamente. En cualquier caso, los gobiernos toman como referencia cada vez más las tasas de finalización de estudios y de graduación como indicadores clave de rendimiento que influyen en la financiación.

Es un gran reto para las instituciones y los docentes lograr que el mayor número posible de estudiantes tenga éxito, dada la gran diversidad del alumnado. Se necesita focalizar en los métodos de enseñanza que favorecen el avance del estudiante, mayor individualización del aprendizaje y modalidades de distribución más flexibles para hacer frente al reto que plantea el alumnado cada vez más diverso. Estos desarrollos ponen mucha más responsabilidad sobre los hombros de los profesores e instructores (también estudiantes) y requieren de un alto nivel de experticia docente.

Afortunadamente, en los últimos 100 años se han realizado muchas investigaciones sobre cómo aprenden las personas, y una gran cantidad de estudios sobre los métodos de enseñanza que conducen al éxito del estudiante. Desafortunadamente, las investigaciones no son conocidas o aplicadas por la gran mayoría de los instructores en las universidades e institutos, quienes dependen principalmente de los métodos de enseñanza que eran quizás adecuados en pequeñas clases y con estudiantes de élite, pero que ya no son apropiados hoy en día (ver, por ejemplo, Christensen Hughes and Mighty, 2010). Es por esto, que se necesitan enfoques de enseñanza diferentes, y un mejor uso de la tecnología para ayudar a los instructores a aumentar su eficacia en las clases con alumnado diverso.

Referencias

Christensen Hughes, J. and Mighty, J. (2010) Taking Stock: Research on Teaching and Learning in Higher Education Montreal and  Kingston: McGill-Queen’s University Press

Council of Ontario Universities (2012) Increased numbers of students heading to Ontario universities Toronto ON: COU

Heslop, J. (2016) Education Pathways for High School Graduates and Non-Graduates Victoria BC: Student Transitions Project, Government of British Columbia

Prensky, M. (2001) ‘Digital natives, Digital Immigrants’ On the Horizon Vol. 9, No. 5

Robbins, L. (1963) Higher Education Report London: Committee on Higher Education, HMSO

Shapiro, D., et al. (2016) Time to Degree: A National View of the Time Enrolled and Elapsed for Associate and Bachelor’s Degree Earners (Signature Report No. 11). Herndon, VA: National Student Clearinghouse Research Center.

University of British Columbia (2022) University of British Columbia Annual Enrolment Report 2021/22 Vancouver BC: University of British Columbia

 

Actividad 1.6 Tratar con la diversidad

  1. ¿Qué cambios ha notado en sus estudiantes, si ha notado alguno? ¿En qué difiere su respuesta a mi análisis?
  2. ¿De quién es la responsabilidad de asegurar que los estudiantes tengan éxito? ¿En qué medida la diversidad de los estudiantes coloca más responsabilidad en los maestros  e instructores?
  3. ¿Concuerda que “más es menos”? Si es así ¿qué alternativas propondría usted para la educación superior? ¿Cómo se pagaría?
  4. ¿En su país/estado existe un balance entre la oferta de formación académica y la técnica o vocacional? ¿No cree que se pone mayor énfasis en las universidades y no lo suficiente en las escuelas técnicas o vocacionales?

Para escuchar mis respuestas a estas preguntas, haga click en el siguiente podcast:

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